1. Mundogamers
  2. Noticias

Dream Daddy, el fenómeno de la normalización

Otomes bien
Por Julián Plaza

El mundo de los otome, los juegos de simulación de citas, siempre ha contado con un fuerte componente erótico y principalmente heterosexual. Personajes sexualizados, situaciones forzadas, lluvias de pretendientes, momentos subidos de tono y otras fantasías virtuales han hecho que la percepción general de este género suela estar alejada de la realidad. No es algo malo por definición, pero supone una oportunidad perdida en términos de inclusión que, por suerte, parece está aprovechando Dream Daddy.


Nuestro protagonista es uno de los grandes éxitos de Steam de la semana pasada, registrando más de ciento treinta mil adquisiciones en la plataforma de Valve en poco más de una semana, tras estrenarse; es algo que pocos indies pueden llegar a decir, máxime si hablamos de un género tan específico como el de los otomes. ¿A qué se debe tal éxito? A que se hacen muchas cosas bien o, mejor dicho, a que se hacen como se debería.

 

DD

Historias verosímiles

 

Sus creadores, Leighton Gray y Vernon Shaw, se han dejado pasar recientemente por Kotaku, sincerándose sobre el proceso de creación de su vieojuego. De dicha entrevista podemos sacar muchos aspectos interesantes, decisiones que han hecho Dream Daddy sea distinto al resto y virtudes que podrían ser extrapolables al resto de lanzamientos de nuestra industria, a lo que algún día deberíamos terminar recibiendo. DD funciona porque normaliza la homosexualidad, evita las bromas fuera de tono y no busca ser explícito.


Gray y Shaw cuentan que puedes terminar la aventura sin descubrir que uno de los personajes es transgénero, algo similar a lo que ocurría con uno de los secundarios de The Last of Us y que lamentablemente suele ser inusual en grandes producciones. Además, los personajes creados por Game Grumps son creíbles, no están sexualizados y hay mucha diversidad sin que parezca forzada; al fin y al cabo es un juego de citas por mucho que trate de ser sutil, está bien que tengas dónde elegir.

 

DD

Relaciones, más que amoríos

 

También es un punto a favor que los desarrolladores hayan tenido a bien el hecho de consultar a especialistas dentro de la comunidad LGTBQ para que la experiencia se mantenga dentro de unos márgenes lógicos. En Dream Daddy no hay príncipes ni guerreros prendados de nosotros, lo que tenemos son personajes maduros, padres de familia preocupados por los suyos y, quizás, por nosotros. Gray y Shaw comentan que ‘el gran objetivo del juego era normalizar estos temas, simplemente tratándolos como aspectos sin importancia’, parece ser algo que han logrado y, por eso, su juego es tan importante.



<< Anterior Siguiente >>