Dragon Quest Builders, otro tipo de héroe
Hay una cosa fascinante en la construcción del personaje de Dragon Quest Builders: sube puntos de experiencia al construir, pero no al matar monstruos. Tiene que liquidarlos para proteger a otros, para extraer de ellos materiales y para evitar que tu ciudad se destruya, pero al hacerlo no mejora como lo que es: constructor. Es formidable para la coherencia del protagonista que solo reciba puntos de experiencia para mejorar en lo que tiene que tener experiencia: ser arquitecto, constructor, albañil y decorador.
Hacerlo así orienta al jugador a lo importante: desarrollar nuevos edificios y ponerlos bonito, pero sabiendo que aunque esto sea lo primordial hay muchas otras cosas que hacer. Preparar así a nuestro héroe abre las puertas a otro tipo de protagonistas; me gustaría encarnar a bardos que solo suben de nivel por aprender canciones nuevas o interpretándolas bien, a comerciantes que solo consiguen PX por realizar buenos tratos o a ladrones que solo mejoren al robar, y nada más.
Con la creación de mundos de juego más ricos y plenos se habilita la presentación y uso de otro tipo de héroes que no solo maten. Ya comenté en su día que tengo ganas de que la manera de tratar a los monstruos en un juego sea algo más que violenta; ¿por qué no un videojuego de cuidar el entorno y permitir que estas criaturas vivan mejor, crezcan más fuertes y tengas crías? Hay una capacidad increíble de nuevos héroes para nuevos mundos de juego, y la manera de dibujarlo no es a través de una trama, sino mediante la jugabilidad.
Títulos como Skyrim u Oblivion nos acaban condenando a ser aprendices de todo y maestros de nada, el héroe no puede ser más anónimo y la capacidad de comprenderlo más limitada. Que no sintamos en nuestras carnes la identidad del protagonista hace que el mundo de juego que nos rodea sea anodino, y haciéndolo, pudiendo jugar con bardos, ladrones o granjeros, permite definir a personajes débiles en el cuerpo a cuerpo y por lo tanto a habitantes poderosos, y a un mundo de juego uno mucho más complejo.
Dragon Quest Builders es un juego ligero, y en realidad acabamos siendo guerreros fortísimos a través de la mejora de nuestro equipo, pero planta una importante semilla en lo que significa ser algo más que un sicario sediento de sangre que solo mata por el placer de matar. Hay maneras mucho más interesantes de subir de experiencia que blandiendo un sable, una de ellas es construyendo casas para los sin techo.
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