Broken Age ya está siendo jugado por los backers que confiaron en el proyecto de Schafer y Double Fine. El final de la preciosa historia del primer crowdfunding mediático de videojuego y de esa maravillosa sensación de pensar que si el usuario quiere, el juego sale. No obstante, durante unos minutos, la red estalló cuando se supo que el estudio habría instado a sus jugadores a no hablar del juego en ningún medio hasta que se produjese el lanzamiento del mismo de forma comercial dentro de dos semanas.
No pocos han aguantado hasta hoy el escabroso asunto dejando a la gente de Schafer como unos crápulas que no quieren que se descubra el pastel que es Broken Age y el miedo del estudio a que no acabe vendiendo como debería cuando llegue el momento de dar el salto al mercado comercial. Libertad de expresión y otras circunstancias clásicas cuando acontecen noticas así han aparecido en foros, redes sociales y medios especializados, pero en realidad… no ha pasado nada de nada.
Pocos minutos después de que el juego llegase a los correos de los jugadores, el propio estudio mandó un mensaje recapacitando sobre el embargo y explicando los motivos por los que habían creído que sería una buena idea instar a los usuarios a que no hablasen del juego:
Que no manchen la noticia: Broken Age ya está aquí, y eso es con lo que debemos quedarnos. Por tanto, si te llegó el juego hace unas horas y te apetece hablar de él, no te cortes. Disfrútalo. Los que esperan comprarlo cuando salga al mercado tendrá que esperar a final de mes para hacerse con él.