1. Mundogamers
  2. Noticias

DOOM Switch, un buen port con carencias evidentes

El mejor shooter portátil y la peor versión del juego
Por Julián Plaza

De todos los lanzamientos de 2017 para Nintendo Switch, el port de DOOM puede que no fuese el más sorprendente, pero sí el más inesperado. Desde Bethesda ya han manifestado estar más que interesados en la nueva máquina de Kimishima y compañía, algo que ya se está reflejando con el presente port del original de 2016 y con el futuro estreno de Wolfenstein II: The New Colossus el año que viene. ¿Ahora bien, aguanta el tipo este regreso al infierno?

 

En el terreno de las cifras, el reestreno de DOOM sufre recortes importantes. No solo hablo de esos 720p a los que funciona el juego, también de una pérdida palpable en cuanto a efectos, partículas, texturas e iluminación se refiere. Son apartados del paquete que se han eliminado en pos de conseguir las 30 imágenes por segundo que se necesitan para que esto se pueda jugar, algo que en momentos puntuales -e inoportunos, además- desciende con algunos picos que no son muy pronunciados, pero sí afectan a una experiencia cuyo rendimiento óptimo pide sesenta frames cada segundo. Pero que no cunda el pánico, esto es mejor de lo que parece.

 

DOOM

Hechas las concesiones, esto sigue siendo DOOM

 

Aunque el limitado despliegue visual dé lugar a una experiencia con cierta sensación de desenfoque, en su esqueleto seguimos teniendo la misma obra de hace año y medio. Ese juego se ha vuelto portátil, no es baladí. Todo el contenido de la campaña, el modo arcade y las expansiones que se han ido estrenando -y que hace poco pasaron a ser gratuitas para todos- desde su llegada en mayo de 2016 se incluyen en el mismo paquete (lo único que queda fuera es el modo SnapMap, el creador de mapas), uno con el espacio bien aprovechado ya que lo mencionamos, porque por 26GB tendremos todo el juego a excepción del online, que requiere 9GB adicionales en una aplicación que funcionará aparte, como ya ocurre en PC. La ausencia de las texturas de alta definición habrá tenido que ver, pero es de aplaudir que el juego completo sume 35GB. Es evidente que la compresión saca un notable alto.

 

A los mandos merece la pena mencionar lo bien que se juega DOOM en todos los modos que ofrece Switch. Gracias a su condición de arcade no es necesario estar pendiente de una precisión milimétrica en el apuntado, y la sensibilidad y recorrido de los Joy-Con son más que suficientes para jugarlo como en el resto de sistemas. Es un alivio saber que el mando Pro no es imprescindible. Si tuviese que quedarme con el juego desde el dock o con el modo portátil me costaría elegir. Es cierto que con la consola conectada a la base se obtiene un salto gráfico que lo acerca más al resto de versiones, pero como sigue quedando por debajo me decanto un poco más por el modo portátil, primero por las ventajas evidentes que ofrece y segundo porque me atrevería a decir que la estabilidad de los frames es un poco más sólida. Eso sí, la distancia de dibujado y la pantalla de 6,2 pulgadas dan algunos problemas para identificar a los enemigos que atacan desde lejos.

 

DOOM

El mejor shooter portátil

 

Con todo lo probado, me atrevería a decir que si nunca has jugado a la obra de id Software y Bethesda obtendrás una imagen bastante fiel de la misma en Nintendo Switch. La experiencia es la misma y la consola la sabe hacer funcionar prescindiendo, eso sí, de aspectos visuales como las texturas de alta resolución, los efectos, las partículas y la iluminación volumétrica. Aun así, a primera vista sigue luciendo bien y posiblemente sirva para tener una imagen aproximada de lo que recibiremos con Wolfenstein II: The New Colossus el año queviene. La única pega son aquellas caídas puntuales en la tasa de frames y el mismo bloqueo a 30, dos aspectos que pesan en una experiencia tan frenética. DOOM para Switch es el mejor shooter portátil que te puedes echar a la cara, aunque siga siendo su peor versión.


<< Anterior Siguiente >>