Distracción o inmersión
Aprovechando que estos días está en la picota gracias a Curiosity, Peter Molyneux se ha desmarcado con unas interesantes declaraciones en las que se pregunta por el papel de la doble pantalla. No ve nada claro que vayan a representar un avance para el videojuego. ¿Está en lo cierto?
Lo comentaba nuestro compañero Toni Piedrabuena la semana pasada cuando hablamos de las impresiones de Curiosity y tiene toda la razón. Se podrá estar más o menos de acuerdo con lo que dice Molyneux, pero es un tipo que siempre aporta una visión fresca e interesante al panorama del sector. Es más, todos sabemos que Molyneux es un tipo que se deja llevar por el entusiasmo con cierta facilidad ante las novedades del momento por lo que choca su escepticismo acerca de los conceptos de Wii U y Xbox SmartGlass.
Viene a decir Molyneux que le preocupa que lo que debería de ser una experiencia de juego fluida se convierta en un batiburrillo de opciones donde el jugador no tiene muy claro qué debe hacer. La pregunta nos la llevamos haciendo muchos de nosotros hace meses, especialmente desde el E3 cuando ya pudimos ver mejor de qué iba Wii U y cuando Microsoft desveló SmartGlass. Afortunadamente, con las primeras reviews de Wii U, nos llegan las primeras impresiones de las bondades, o inconvenientes, de las dos pantallas.
A fin de cuentas, todo indica que la doble pantalla va a ser una herramienta que será útil siempre que el estudio de turno haga un diseño adaptado a ella y no la convierta en un dolor de cabeza. Ya hemos podido echar un vistazo a juegos que la utilizan de manera brillante, siendo Zombi U una de las apuestas que no sólo ha sabido jugar mejor con esta funcionalidad sino que la ha adoptado para redefinir el género del FPS.
Pero también hemos podido leer, por algunas reviews, que el Batman Arkham City de Wii U es una sombra de lo que todos recordamos como uno de los mejores juegos de 2011 por un sencillo motivo: la integración de la doble pantalla está hecha de manera pésima y el juego nos obliga a pasar por ella cada vez que queremos llevar a cabo una acción. Una penalización que parece más enfocada en mostrar al jugador que tiene una segunda pantalla a la que hacerle caso que a lograr una experiencia de juego que aporte algo más allá del juego que ya vimos hace un año.
El campo de los deportes, y esto es ya una apreciación personal, es el que tiene más visos de convertirse en uno de los géneros más populares por la sencilla razón de que las interfaces de usuario para controlar todos los aspectos tácticos y de formación de las consolas todavía sufren demasiado. Por contra, una interfaz táctil se me antoja ideal para controlar la formación en cada momento, dar órdenes de equipo o analizar las estadísticas de juego al momento. La última palabra, como siempre, la tienen los estudios. ¿Encontrarán la vía adecuada para convertir en un éxito esta nueva propuesta?
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