Disney Infinity es mucho más de lo que vemos en la tele

Sigo disfrutando de ese Disney Infinity 3.0 que el miércoles os decía que es lo mejor a nivel familiar que he disfrutado en mucho tiempo, y sigo descubriendo cosas nuevas y maravillándome con extras que, por raro que parezca, hacen que me cabrée con esa escueta promoción en la que parece que lo único que vamos a disfrutar en su experiencia es con un capítulo de Las Guerras Clon y algo de Marvel y el ratón Mickey.

 

Disney Inifnity tiene mucho que ofrecer

Y cuando digo mucho quiero decir MUCHO. Si tuviéramos que hacer caso de sus anuncios televisivos y lo que ya sabemos de sus entregas anteriores, no rascaríamos ni un ápice de la superficie de lo que realmente significa la experiencia Disney Infinity 3.0, que por primera vez hace honor a su sobrenombre: Juega Sin Límites. 

 

Llevo cinco días dándole caña al juego con Anakin Skywalker, la muchacha esa que parece un gato con dos sables lásers y los vestigios de mi anterior versión 2.0 -Stitch y Mérida, la de Extremadura no, la de Brave-, y aún no he sentido la necesidad de insertar ningún toy box en su plataforma porque hay tanto que disfrutar en el juego que estoy guardando 'lo gordo' para el final. 

 

 

Para los que no sepáis nada absolutamente del juego, Disney Inifnity 3.0 lleva el conepto del 'imagina, crea, comparte y juega' a otro nivel con su Juega Sin Límites que mezcla lo mejor de todos los géneros con un resultado sorprendente. Por un lado tienes su parte física, una plataforma en la que tienes que colocar las figuritas -que van desde clásicos Disney hasta héroes Marvel y personajes Píxar pasando por toda la saga Star Wars- y unas fichas llamadas Toy Box que en anteriores ediciones incluían mini juegos y en esta ocasión traen un modo campaña que en el caso de Star Wars dura unas seis horas.

 

Junto a la parte física está el portal toy box, en el que aprenderemos a jugar y las múltiples posibilidades del juego. Para que os hagáis una idea llevo cinco días jugando y aún estoy pululando por aquí, aprendiendo a desenvolverme con las posibilidades de un universo que parece, y es, infinito. Dentro del portal toy box aprenderemos a cuidar de nuestros 'Aliados', personajes que con un diseño muy parecido al de los chachinanos de Rompe Ralph recogen lo más granado de las franquicias Disney, desde la sinpar Mabel Pines de Gravity Falls hasta Spiderman Simbionte pasando por Anna y Elsa, Grut de Guardianes de la Galaxia o El Maestro Yoda de Star Wars por poner un ejemplo.

 

Como decía -y como no quiero convertir esto en un análisis aún, ese ya caerá la semana que viene- en el portal Toy Box aprenderemos a cuidar de nuestros aliados, a crear y gestionar una granja con su ayuda para alimentarlos e incrementar sus aptitudes y habilidades, a contruír nuestra propia casa con infinitas posibilidades de decoración y temas, a construir nuestro propio mundo y, por supuesto, nuestros propios niveles de juego. Y a conducir, pilotar, combatir, saltar, explorar y un largo, larguísimo etcétera.

 

 

Disney Inifnity 3.0 es el equivalente a entrar en una juguetería inmensa -o en una Disney Store si lo preferís- y jugar con todo lo que hay sin ningún tipo de preocupación. Por si esto fuera poco, una vez nos cansemos del portal toy box y queramos dedicarnos a jugar, ahí tenemos a la comunidad, que comparte sus propios Toy Boxes entre los que a día de hoy ya se encuentra una simpática aventura portagonizada por Olaf de Frozen, un buen puñado de épicos momentos de la saga Star Wars convertidos en niveles de una duración más que aceptable y un montón de locuras divertidas que hacen de ésta una de las opciones más completas, divertidas y amenas que he visto en años, con el añadido de tener una vida útil muy pero que muy larga. 

 

Hay que promocionarse mejor

Y lo digo con pena y con cabreo, porque me siento un poco frustrado de que el mercado no sea consciente de las joyas que guarda y mire por encima del hombro a productos que considera 'para niños' y que, sin embargo, guardan mucho encanto, jugabilidad apasionada y mil y un gestores en su interior. 

 

Si Disney Inifnity 3.0 fuera un juego para móviles, habría mil y una pastillas de publi explicando sus infinitas bondades, pero al ser un juego de consola parece que la cosa no merezca la pena y se limite a un par de anuncios en la tele en los que se vean sus animaciones y algo de gameplay de combate y poco, poquito más. 

 

 

Es aquí cuando entramos en acción la prensa especializada, pero es aquí, lamentablemente, cuando me encuentro con algunos análisis de compañeros que, o bien no han cogido la copia de prensa, o bien se han limitado a remarcar lo obvio para centrarse en Metal Gear Solid, que ese es el importante de este mes. Puedes darte con un canto en los dientes si el análisis de turno habla de los Aliados, no he visto el añadido de las granjas por ningún lado y raro es el que ha dedicado diez minutos a recorrer los toy boxes de la comunidad y descubrir ese regalo del 60th aniversario de Disney que nos lleva a su parque temático. De las posibilidades online ya ni hablamos, pero eso sí, todos coinciden en remarcar que la jugabilidad ha mejorado y analizan el sistema de combate del que se encarga Ninja Theory, un sistema de combate que no es más que el hilo que zurce la bandera clavada en la punta del iceberg de Disney Infinity 3.0

 

No ignoremos al público

O mejor dicho, a los sectores del mismo que no nos resultan necesarios en este momento. El público infantil, el público familiar, los adolescentes, los jugadores ocasionales... Todos son importantes en la industria, y todos merecen que se les preste atención y se les explique qué productos están destinados a ellos y por qué. Si desde los medios y las empresas no somos capaces de tratar en profundidad algo que ofertamos como poducto o como información, entonces estamos haciendo mal nuestro trabajo. 

 

 

Ya pasó, nos pasó, con Nintendo WiiU, que incluso desde la prensa especializada no teníamos demasiado claro qué era ni cuándo salía. Me niego a que ahora vuelva a pasar con Disney Infinity 3.0. Porque el juego mola, porque la sensación de ver a la peque reír a carcajadas mientras disfruto como un enano a nivel personal de lo mismo que ella, no tiene precio, y porque quiero que la comunidad de Disney Inifnity siga creciendo con trabajos como los que he estado trabajando estos días. 

 

¡Nos leemos! 

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