Disney Infinity 3.0 está más vivo que nunca
Ya han pasado las fiestas, y tras un tiempo sin tocar Disney Inifnity 3.0 por culpa de los menesteres del trabajo, he vuelto a sumergirme por entero en él gracias a las nuevas figuritas que me han traido los reyes y a un flamante Han Solo y de un espectacular Chewbacca, regalo de una queridísima amiga.
Así, los cuatro días de vacaciones que me he tomado a raiz de los Reyes Magos los he pasado en la estupenda compañía de mi esposa, mi hija y la madrina de la peque, y entre películas, paseitos al centro y copas nocturnas, ha brillado Disney Infinity 3.0 como mejor título que jugar en familia y un juego más que interesante con el que introducir a alguien que no esté muy acostumbrado a los mandos modernos en el puñetero universo de los puñeteros sticks.
Un juego con el que empezar
Ha sido tremendamente divertido ver a la peque hacerse por primera vez con las mecánicas del mando en brazos de su madrina, entender poco a poco cómo funciona ese complejo sistema que para nosotros es algo ya casi natural pero que esconde unas mecánicas que llevamos absorviendo desde los primeros controladores de Atari, Nintendo y Sega. La bondad y la multiplicidad de escenarios de Disney Infinity 3.0 y la libertad que otorga al jugador ha ayudado a que la peque pueda explorar las posibilidades de un mundo en el que reconoce a sus amigos de la tele y que le ayuda a querer aprender e ir más allá.
A su vez, el juego también sirve de ayuda para ir familiarizándose con un mando de sticks que es mucho más complicado de manejar que un mando de botones direccionales. Los sticks analógicos han sido, en algún momento de nuestra vida, toda una pesadilla, y cuando tienes un amplio mundo en el que ir moviéndote a tu ritmo resulta más sencillo ir familiarizándote con su uso y posibilidades.
La comunidad está más viva que nunca
Pero eso no es todo: Disney Infinity 3.0 ha sabido sorprenderme muy gratamente en este regreso al país de Walt con una comunidad que ha sabido dar respuesta a los desafíos lanzados desde Disney, con especial atención al desafío de carreras y al de Star Wars.
El tablón de toy box, de mundos y misiones creados por la comunidad y avalados por Disney ha crecido mucho, y más aún si nos vamos a las aventuras exclusivas y los contenidos no aprobados. Un buen puñado de circuitos de carreras con dificultades tan variadas como su ambientación y localización, varias misiones de Star Wars, visitar la Jedi Academy, formar parte del asalto de los At-At en Hoth o visitar Tattoine son sólo unas de las muchas posibilidades con las que ahora contamos, la mayoría de ellas abiertas a todos los personajes del juego.
Por si esto fuera poco, también tenemos misiones específicas para los personajes, desde el divertido cumpleaños de Mickey hasta el Verano de Olaf o el combate aéreo de Han Solo. Misiones y mundos completamente gratuitos que tienen su aquel y que, a pesar de tener sus obvios errores por su desarrollo 'casero' no dejan de ser una gozada a la hora de divertirnos.
De vuelta en casa
Comprendo que Disney Inifnity 3.0 no es un juego para todos los jugadores, pero la vida cambia, las cosas evolucionan, y es un estupendo party game y un título muy a tener en cuenta para jugar con la familia, introducir a los niños en nuestra afición y pasar unos ratos estupendos con quien no está acostumbrado a jugar a diario.
A mí me ha regalado unos días memorables en estupenda compañía, unas figuritas que ya me están pidiendo que les construya su propio mundo y la seguridad de que, cada vez que vuelva a jugar, estaré en casa rodeado de buenos recuerdos. Os invito a que le déis una oportunidad cuando llegue el momento.
¡Nos leemos!
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