Dishonored: La muerte del Forastero, expansiones que terminan la historia
Por definición, una expansión es un ‘complemento para un juego al que añade contenidos tales como nuevos mapas o entornos, personajes, modos de juego, unidades o incluso extendien la historia del juego original’. Dicho de otra manera, un DLC es una ampliación del producto original a partir de todo lo que ofrece y, habitualmente, centrada en lo más interesante de cada propuesta. Un shooter online ofrecerá más mapas y armas, un RPG de mundo abierto traerá más zonas que explorar y nuevas formas de hacerlo.
Luego, por otro lado, tenemos las expansiones autónomas o standalone; aquellas partes extirpadas del juego base que pueden comprarse en solitario y que suelen contar algo distinto, aunque sea mediante las mismas herramientas. Far Cry 3: Blood Dragon o el más reciente Uncharted: El Legado perdido son dos buenos ejemplos para entender a qué nos estamos refiriendo. El mes que viene llega otra más a esa familia: Dishonored: La muerte del Forastero.
Si habéis estado al corriente de los dos juegos de Arkane sobre este universo, sabréis que su historia gira en torno a un detonante, el asesinato de la emperatriz Jessamine Kaldwin, y los sucesos posteriores que conducen a que otros personajes conozcan al Forastero en El Vacío. La franquicia Dishonored versa sobre el poder, la influencia y las cuentas pendientes, un conjunto de ríos de sangre en el que siempre ha navegado una mano negra, un dios al que podremos poner fin en una expansión.
El estudio de desarrollo ya ha confirmado que la Dunwall que nos ha contado, la de Korvo, Emily, Daud y Billie, se despedirá de nosotros en el lanzamiento de este 15 de septiembre, dejando en el aire un futuro que, de producirse, empezará de cero con nuevas piezas y un tablero sin estrenar. Es una jugada curiosa. Teniendo en cuenta la potencia de la trama de la asesina Lurk y lo que supondrá para el universo del resto de juegos, que ha ido creciendo hasta hoy, tendría todo el sentido del mundo que esto se llamase Dishonored 3; tiene más peso que el de una expansión en solitario y, a efectos prácticos, es un punto y final.
Luego hay otros aspectos a considerar como el que esta aventura será más corta que las de los otros juegos troncales, o que el sistema de control y las texturas parten directamente de Dishonored 2 -de ambas cuestiones surge el precio reducido a 29,99 euros-, pero sigo pensando que esto es algo que está a caballo entre un standalone y un juego nuevo, sin llegar a ser ninguna de las dos cosas. Es el capítulo de la historia que tengo más ganas de probar, eso solo puede significar algo gordo. Una vez más, la industria vuelve a ir en contra de los encorsetados.
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