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Dishonored 2 merece que lo rematen con un buen final

Los finales en los videojuegos son muy importantes
Por Rafa del Río

Aún nos queda todo un verano y un par de meses más para llegar a esa fecha fetiche de Bethesda, ese 11 de noviembre, y poder disfrutar de Dishonored 2 en toda su plenitud. Es mucho lo que se promete con la secuela, y es normal, pues las aventuras de Corvo en el capítulo original pusieron el listón muy alto a niveles que, a muchos, nos recordó a lo que pudimos disfrutar en juegos como Bioshock y Half Life, no en vano la gente de Arkane Studio ha sido compañera de Ken Levine y los chicos de Newell en sus tiempos mozos, de Thief, Bioshock y el mencionado Half Life.  

 

El final de Dishonored era un chiste

Como digo, Dishonored, el primero, el que por estar ya está hasta remasterizado y con DLCs, tenía muchos, muchísimos aciertos: Habilidaders para todos los gustos, poderes esotéricos la mar de chulos, un entorno impresionante con un giro de tuerca al diesel-punk basado en el aceite de ballena que fue digno de una novela, o mejor, una saga, y personajes memorables, historia a la altura, espléndida jugabilidad y un motor de evolución del personaje y una forma de adaptarse a nuestras acciones nada malos para la época. 

 

Por otro lado, sin embargo, cualquiera de los finales que pudieramos conseguir en el juego eran, a la larga, un poco de chiste, como digo en el epígrafe: Imágenes estáticas, parrafitos explicandolo todo y ese 'mu bien, has sido mu bueno y todo va mu bien' o 'has sido mu malo y total, al final todo está hecho una caca'. Exagero, por supuesto, pero eso no quita para que la impresión que me dejó el terminar Dishonored fuera que el estudio tenía prisa por acabar y pasó de gastar dinero en el final. Tomó lo que en el cine se reconoce como 'la salida rápida tipo película de antena tres de entre semana de después de comer': Foto, párrafo explicando el final y a echar la siesta. 

 

 

Dishonored 2 merece un final mejor

Y lo merece, sobre todo, porque si quieres mantenerte a la altura de Irrational o Valve tienes que hacer las cosas muy bien y no basarlo todo en entornos, ambientaciones, historia, jugabilidad y personajes. Como digo, todos estos elementos los aprueban con nota, pero es en el final, en el útimo compás en el que se juegan el todo por el todo, donde Arkane falló la primera vez. 

 

Dishonored 2 juega en la liga de los grandes, la liga de los profesionales que mejores finales han ofrecido al mundo del videojuego con un ranking que va in crescendo y que empieza con Bioshock y sus múltiples finales, Bioshock 2 y ese 'final bueno' que te estruja el alma con una sonrisa y, finalmente, Bioshock Infinite y ese finalazo impresionante a la altura de The Last of Us, The Darkness o Half Life.

 

Me encanta que en Arkane estén trabajando en la viabilidad y variedad de sus poderes de cara a ofrecer lo que se llama 'jugabilidad emergente' y permitirnos adaptar el juego a nuestra forma de jugar mediante la combinación de las habilidades, podres y recursos que ofrece. Me encanta que Dishonored 2 siga pintando tan chulo y ofrezca la misma ambientación -mejorada, si cabe- de su primera parte, y estoy deseando volver a ver a Corvo y Emily con todos sus añadidos. Pero por favor... por favor... Espero que para esta ocasión ofrezcan un final a la altura de tanta emoción y trabajo duro, porque lo merecemos los jugadores, sí, pero también lo merecen ellos como estudio

 

¡Nos leemos!


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