Diablo III sigue creciendo, y gratis
La quinta temporada de Diablo III está a punto de comenzar. A partir del 15 de enero, los jugadores que siguen sin estar cansados de clickar sobre todo tipo de criaturas de la oscuridad con el objetivo de aumentar más y más su nivel y equiparse con objetos cada vez más y más legendarios y espectaculares, tendrán no pocos motivos más para seguir haciéndolo.
Hace poco menos de un año se hablaba por aquí de lo fantástico que es el hecho de que Diablo III, tras Reaper of Souls, se haya vuelto un juego prácticamente infinito, y sigue siendo igual de fantástico y Blizzard sigue cuidando a sus jugadores con nuevas actividades y nuevas recompensas, pero lo del parche 2.4.0 que está al caer es algo que va más allá de cualquier expectativa, y a decir verdad, supone un gran ejemplo a seguir para todos estos estudios que busquen tener esas comunidades longevas con un mismo juego (hola, Destiny).
El Modo Aventura de Diablo III que se estrena en cuanto superamos la campaña de su expansión, no dejaba de ser una excusa para revisitar una y otra vez los mismos escenarios del juego (aunque cambiantes) superando cada vez objetivos más difíciles. ¿La gran novedad de esta quinta temporada de aventuras? Por fin hay un nuevo escenario, y nos hablan de esta Isla Cuenca Gris y su concepción en el blog de Battle.net.
Hay un nuevo escenario en el que además han querido añadir algo de historia a través de entradas del diario, una de esas narrativas sin secuencias o diálogos que tanto gustan por aquí entre los loquitos de los Souls, según dicen, haciendo que dependa del jugador el grado de inmersión en esta nueva parte de la trama que plantean, que es la propia historia de Isla Cuenca Gris. Pero no se queda ahí todo el acierto.
También está bien que se añadan nuevos monstruos que vayan más allá de variaciones de color, pero más importante aún y algo que da, por fin, mucho sentido al looteo masivo de Diablo III, son las nuevas aventuras de conquista en las que tendremos que afrontar nuevas mazmorras temáticas a las que podemos acceder sólo cuando vestimos un conjunto de clase concreto.
Dentro de la simpleza de Diablo III y de todo lo criticado que fue por ser demasiado poco arriesgado con respecto a sus orígenes, sorprende ver cómo Blizzard sigue exprimiendo el potencial de la obra y ampliándola para seguir dando motivos para quedarte un rato más en el caso de unos, o volver en el caso de muchos otros. Lo mejor de todo, es que todos estos motivos llegan de forma gratuita, en actualizaciones que son mucho más que un rebalanceo y que en otros sitios serían dignas de una etiqueta de 4,99 €.
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