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Di sí al placer culpable: la magia de los videojuegos de usar y tirar

El futuro está en las suscripciones
Por Rafa del Río

Este mes, aprovechando la dedicación casi absoluta que he dedicado a Fallout 76, le he sacado muchísimo jugo a mis suscripciones a Xbox Live Gold, PS Plus, Xbox Game Pass y EA Access probando títulos pequeños, juegos indies, obras cortas o incluso triples A ligeritos que me han servido para desconectar un poco de West Virginia y ver con otros ojos obras que, generalmente, no logran conquistarme o simplemente dejo pasar, rendido a los cantos de sirena de otros títulos más comerciales. 

 

below

 

Otro tipo de videojuegos

Indies de gran calidad pero escasa duración, títulos que no suelen pertenecer a tu género favorito, triples A sin demasiadas ínfulas y juegos alternativos de culto. Generalmente considerados por el gran público como obras a veces maestras, pero aún así, menores, o quedando relegados al cajón de los descartados por cuestión de duración, las distintas suscripciones nos permiten entrar en contacto con ellos y disfrutar de maravillosas historia cortas como la de The Gardens Between, Brothers: a tale of Two Sons, Inside, Blackwood Crossing o incluso Limbo, centrándonos en sus puntos positivos y sin el peso de los remordimientos por invertir en un juego corto, que pueden lastrar la experiencia. 

 

Junto a ellos, títulos más largos pero que a lo mejor no nos conquistan tanto como el reciente Agents of Mayhem, títulos que no sabemos si probar o si nos darán demasiado miedito como SOMA, y el siempre intenso Never Alone, pasan a ser los protagonistas del mes, una buena forma de echar la tarde sin complejos probando sus bondades y decidiendo seguir o no, pero manteniendo este jugar sin presiones negativas que, en muchas ocasiones, hacen que no entendamos la finalidad de un vidoejuego en concreto. [Actualizado] Y de postre, juegazos como los recién anunciados Ashen, ya disponible en Xbox One y Windows, o Below, ambos de salida en Xbox Game Pass hoy y el 14 de diciembre respectivamente.

 

Ashen 01

 

El futuro son las suscripciones

Hablo de juegos de usar y tirar y comprendo que puede verse como algo negativo, pero nada más lejos de la realidad, ya que con ello incido en su naturaleza diferente y que puede volvernos locos con ese punto extra de no sentirnos esclavizados a ellos. En un momento en el que empezamos a tener nustro tiempo copado con grandes obras de duración monstruosa como Assassin's Creed Odyssey, Red Dead Redemption 2 los próximos Metro: Exodus, Anthem, y Kingdom Hearts III o, para los más apasionados, Fallout 76, encontrar juegos que nos ayudan a despejarnos disfrutando con ellos es una auténtica gozada. Un disfrute limitado en el tiempo, ya sea por la duración del juego o por la facilidad de abandonarlos sin complejos cuando empiezan a ser aburridos, que los convierte en juegos de usar y tirar... y a mucha honra. 

 

Este mes he terminado The Gardens Between en una tarde con una sensación de emoción que me hizo escribir el texto del otro día. He vuelto a Agents of Mayhem aprovechando Game Pass para echar unas partidas de destrucción sin complejos, y he aprovechado EA Access para seguir la campaña de Star Wars Battlefront II con la tranquilidad de saber que, la siga o no, no tengo ninguna obligación. Disfrutar de los primeros minutos de SOMA o The Observer sin sentir esa angustia por continuar de forma obligada, echar un rato a Hello Neighbour y pensar que es un título interesante al que quizá vuelva, algo parecido a lo que me pasó con Never Alone. Y ahora, con los anuncios de The Game Awards, pienso en Ashen y Below gratis con el Game Pass y se me hace la boca agua...

 

Hay algo mágico en los títulos de usar y tirar, y esta magia surge directamente de las suscripciones y la sensación de poder acceder a juegos que nos llamaban la atención sin la presión de decidir qué comprar y si estamos amortizando el dinero. Puede ser algo que generalmente consideramos atroz y que, sin embargo, no lo es: la posibilidad de disfrutarlos a tope o no, de pasar una tarde gloriosa con el principio de juegos que ponen todos los huevos en la cesta de los primeros compases, de conocer cómo se mueven algunos títulos sin necesidad de llegar a los créditos finales... y de no sentirnos menos jugadores por no sacar platino o todos los logros a lo que jugamos. A veces con dos capítulos basta para disfrutar una serie, y los videojuegos no iban a ser menos en esto. ¡Nos leemos!    


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