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Devil May Cry 4 y sus cámaras no tan Special Edition

Callejones visuales sin salida
Por Adrián Suárez Mouriño

Las cámaras, su uso, diseño y alteración durante la partida, son una de las cosas que más han cambiado y evolucionado en esto de los juegos. La calidad de una cámara no solo depende de en qué lugar se ubique o cómo se mueva, sino también del diseño de los propios escenarios. Estos días he estado jugando al Devil May Cry 4 Special Edition y en esto de las cámaras es donde más he notado que el videojuego no es de 2015, sino de 2008.

 

La cuarta de Devil May Cry aún tiene mucho del primero, de la ubicación de cámaras fijas en distintos puntos del escenario que luego pueden reubicarse a través del giro del stick. Sin embargo, la zona en la que se colocan y unos escenarios interiores en los que se aglutinan los enemigos, deja abundantes puntos ciegos para el desarrollo de la jugabilidad.

 

 

Es común en este Devil May Cry 4 acabar atacando al aire porque en ese aire se esconde un enemigo que no vemos. En el caso de este título este hecho es especialmente sangrante puesto que usa mucho el escenario, recorriéndolo, saltando y mareando a los enemigos el bueno de Nero, para solucionar bien los combates.

 

Por supuesto, la Special Edition no hace el trabajo suficiente para solucionar esta cámara tontorrona. Sí que añade personajes extra, tiene modos de dificultad y la posibilidad de recorrer la trama con el maravilloso Vergil, Lady y Trish. Sin embargo, pese a las nuevas opciones que incorpora, el videojuego se sigue viendo viejo por culpa de las cámaras, entre otras cosas.

 

Los momentos más dolorosos se producen cuando el título le da por ser un plataformas. Empleando nuestro brazo demoníaco tenemos que agarrarnos a distintos puntos brillantes y avanzar, cambiando los planos de acción a cada salto y acaba siendo frustrante; te caes, vuelves a subir al punto de inicio de los saltos y vas para abajo otra vez.

 

Este es el problema al decidir a lo loco qué juego se remasteriza y cómo. Devil May Cry 4 es un buen juego, es divertido y el combate funciona, pero si se hubiera querido actualizar bien habría que hacer mucho más que añadir modos o personajes, habría que actualizarlo a los estándares de hoy en día. La magia del título sigue estando ahí, pero jugarlo ahora pasando del original y empleando su regreso a nuestros días, hace que el título pierda puntos y que esos fallos que no lo eran tanto en su época hoy sí se comprendan como errores, porque Special Edition, mal que le pese, quiere ser un juego del 2015 y no lo es.


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