Destroy All Humans! regresa con humor y las interesantes estructuras clásicas de juego
Han pasado 15 años desde que Destroy All Humans! se lanzara en PS2, Xbox y Wii, lo que ya parece prehistoria de los videojuegos. Y es hoy cuando tras todos estos años llega Destroy All Humans! Remake a PS4, Xbox One y PC, el mismo juego adaptado visualmente a los tiempos que corren. Lo más interesante ha sido volver a reencontrarme con esas estructuras clásicas de juego que se han ido perdiendo con el tiempo, como la conformación de fases, los objetivos, la manera de narrar su historia... una estupenda forma de redescubrir el pasado del medio con la tecnología actual.
Eso pasa factura a un título que en la actualidad no resulta demasiado atractivo, todo sea dicho. Destroy All Humans! Remake nos pone en la piel del extraterrestre Crypto en su objetivo de recolectar la mayor cantidad de ADN humano posible para sus experimentos. Y también de vacas y otros seres vivos del planeta, por supuesto. Y esto lo hará acabando con la vida de la humanidad sin muchos reparos y utilizando armas tecnológicamente superiores junto a su platillo volante, capaz de acabar con tanques y ejércitos militares de un plumazo. La aventura transcurre en el año 1959, espacio ideal al tratarse de uno de los momentos de la historia con más avistamientos OVNIs y sucesos extraños de este tipo. El ABC del agente Mulder.
Su humor, presente en las secuencias cinemáticas y en el tono general, se agradece. Vamos masacrando a todo tipo de seres vivos del planeta Tierra en granjas o ciudades, pero de forma simpática. Los comentarios de Crypto son graciosos y la atmósfera generada, recordando a muchas películas de esta temática (como Mars Attacks! de Tim Burton, un evidente referente de la obra) en el mejor de los sentidos. Aunque peca de ser repetitivo siempre es divertido embarcarse en una nueva misión y matar a unos cuantos seres humanos para robar su cerebro (si supieran que van a aprovechar bastante poco de ellos...)
Pero eso no quita que Destroy All Humans! Remake continúe poseyendo muchos de los males de los juegos de la época. Su estructura es demasiado reiterativa y jugar durante muchas horas termina aburriendo. Además, muchas de sus mecánicas se sienten obsoletas y no son divertidas. El funcionamiento de muchas de las armas, la lentitud con la que se deben realizar ciertas acciones o el control del platillo volante no son divertidos ahora, porque tampoco lo eran antes. El remake vuelve a traer las mismas sensaciones de antaño, algo interesante, aunque yo hubiese preferido una reimaginación de la obra (y eso que se toman muchas libertades y todo ha sido debidamente adaptado a los tiempos que corren).
Destroy All Humans! Remake es un producto muy nostálgico. Si disfrutasteis del juego en su momento es probable que volváis a divertiros recordando estos viejos tiempos, cuando los videojuegos utilizaban estas estructuras clásicas y eran repetitivos de más. También merece la pena para los que se sientan atraídos por la temática y por el humor extraterrestre, bien escrito y llevado a la cutrez positiva, pero es lo que es. Se hace duro proseguir por las misiones, muchas de sus fases son un dolor de cabeza y algunos de sus elementos jugables son aburridos a más no poder, pero mantiene esa esencia y aura especial que convierten a esta obra en algo interesante que recuperar quince años después. Y por algo será.
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