Después del día de todos los santos, llegan los juegos cristianos

Hemos oído múltiples conceptos referenciado distintas facetas de una compañía de videojuegos. Se me viene ahora mismo a la cabeza Microprose (responsable de Silent Service o del legendario Formula One Grand Prix de Geoff Crammond), cuya coletilla era 'Software Simulations', dejando a las claras la orientación de sus programas. O 'Aventuras AD', la clásica productora española de juegos conversacionales (y ya mencionada hoy, precisamente), haciendo una inequívoca declaración de intenciones desde su mismísimo nombre. Es entonces cuando, escarbando en la historia, nos encontramos de bruces con una empresa del medio que se define a sí misma como productora de videojuegos cristianos para la comunidad cristiana.

 

 

Y sí, es lo que parece: el sueño cumplido de la familia Flanders. La casa en cuestión se llama Wisdom Tree, y su objetivo era el publicar cartuchos para sistemas dispares como Megadrive, NES, Gameboy o los compatibles PC, siempre con la Biblia en la mano como base argumental para todos y cada uno de sus lanzamientos. Conste en acta que, lejos de ser en sí un acto de fe descomunal por parte de sus responsables, lo que hacía Wisdom Tree no era otra cosa que tocar la fibra moral de los incontables cristianos estadounidenses, con un catálogo que resultaba engañosamente revelador para todos aquellos que eran temerosos de ese engendro electrónico llamado videojuego y que tanta violencia llevaba a los hogares americanos. Imaginad pues que, allá por los años noventa, os acercáis a unos grandes almacenes y os chocáis con nombres a la usanza de Spiritual Warfare, Noah's Ark o Bible Adventures, y todos ellos ahí luciendo unas llamativas portadas capaces de tentar hasta al infiel más recalcitrante. Y es que, lo que en sí parecía un auténtico regocijo para los cristianos aficionados a los juegos videográficos, en verdad resultaban ser auténticos engendros del entretenimiento, lejos de promulgar en su hacer los valores educativos o las buenas maneras que sobre el papel trata de inculcar la Biblia. Es decir, ponzoña de la buena que delataba a las primeras de cambio las intenciones de sus creadores.

 

 

Cabe decir que Wisdom Tree no empezó como tal. Comenzaron desarrollando cartuchos para NES con el nombre de Color Dreams, con el detalle de fabricarlos sin tener ningún tipo de licencia por parte de Nintendo. Su catálogo, compuesto por títulos que de ninguna manera pasaron a la historia del videojuego, tenía la fea particularidad de funcionar de mala manera en las consolas oficiales, con los juegos entrando en conflicto directamente con la seguridad interna de la máquina (una protección puesta ahí para evitar la piratería o los productos no licienciados). Pero, en vista de que sus lanzamientos no valían un pimiento, Color Dreams crea en 1991 el sello Wisdom Tree. Como hemos dicho, la idea estaba clavada fijamente en la intención de hacer negocio puro y duro, y fue tan acertado el oportuno enfoque religioso que de ahí recalaron los más grandes beneficios de la empresa, amén de escapar de la oscura influencia de Nintendo, donde un producto señalado por no ser "licenciado" era prácticamente apestado para el mercado. Es tal esta situación que el sello de marras tiene en su haber el dudoso logro de haber publicado el único juego de Super NES sin la consabida licencia: Super 3D Noah's Ark. Ver para creer.

 

 

Pero no se vayan todavía, que aún hay más: casi todos el catálogo de Wisdom Tree no eran otra cosa que versiones ligeramente retocadas de los títulos de Color Dreams, modificando mínimamente algunos gráficos para adaptarlo a los entornos cristianos. Exodus sería Crystal Mines, Sunday Friday era Menace Beach... incluso se llegaba al punto de que un lanzamiento tan sonado como Bible Adventures no era otra cosa que una copia descaradísima de Super Margio Bros 2. Y conste que no han pagado por tantos 'pecados', porque a día de hoy siguen vendiendo juegos, por inverosímil que parezca. Prueba de ello es su website oficial, aun en activo. Sin estar vinculada a la marca Crystal Colors, el polémico sello aún mantiene su negocio tirando de su viejo catálogo, hasta el punto de vender todavía cartuchos para NES. De manera paralela, mantiene en funcionamiento una serie de productos que, más allá de versiones para PC de sus viejos clásicos, afrontan campos educativos, enciclopédicos y didácticos en general con desigual eficacia. Pero por supuesto, y dadas las curiosas circunstancias que han motivado la redacción del presente texto, nos quedamos de calle con su "viejo testamento". Ante la duda... ¡quédate con todos!

 

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