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Demon Gaze. Mazmorreo para PSVita

Hype y miedo a partes iguales
Por Rafa del Río

PSVita sumará el 25 de abril un nuevo JRPG en su catálogo. Esta vez el turno es para Demon Gaze. Dungeon Crawler regio con aires manga de la mano de Kadokawa Games. Diseños que recuerdan a una fusión rara entre Etrian Odissey, Disgaea y Legend of Grimrock. Promete.

 

El Dungeon Crawling es uno de los pilares sobre el que se han erigido muchos de los géneros que hoy amamos, esas aventuras difíciles, duras, sin concesiones con el jugador. Lo maravilloso que tienen es su sinceridad ¿por qué una mazmorra debería estar esperando a que la superaras? Por fortuna, nunca nos abandonaron, y aunque su esencia se difuminó y mezcló con otros referentes para darnos cosas tan fantásticas como Dark Souls, el formato en sí sigue vivo, siempre de actualidad. La escena indie parió ese Legend of Grimrock que devolvió al género a los ruedos, Japón nos entregó sus Etrian Odyssey y esa pasión tan suya por el mapa; porque pocas cosas hay tan emocionantes como sudar para poder plasmar en un papel el resultado de nuestra exploración. Con esta saga, además, se puso algo de manifiesto: los Dungeon Crawler mejoran en una portátil ¿Por qué? Para ello, hay que volver al título de Almost Human.

 

Disfruté mucho con Legend of Grimrock pero me pasó lo que a muchos: que lo dejé a medias. Es un título duro, espeso y en el que cuesta avanzar bien, en eso radica su fuerza. Por ello es un videojuego al que le sentarían a las mil maravillas las pausas y las partidas rápidas que te permite hacer una PSVita o una 3DS. Pongo la consola en pausa, me marcho, vuelvo a casa, la enciendo, juego media hora, paro, descanso, reflexiono sobre lo que hecho y vuelvo al juego. Estos títulos, pesados, ganan enteros, y se digieren mucho mejor pudiendo apagar la consola, encenderla y estar jugando sin ninguna espera que nosotros no hayamos decidio tomar. Una de las peores barreras para continuar un videojuego, aceptémoslo, es tener que tragarnos todo el tiempo que tarda una consola o un PC en arrancar. Si la aventura a la que nos vamos a enfrentar tiene entre sus bazas ser poco cariñoso con uno, pues que empezar a jugar sea un lío no ayuda.Este es el motivo por el que este Demon´s Gaze me interesa, ya no sólo por el juego en sí, sino por la experiencia que ofrece la plataforma que lo acoge.

 

 

Por fortuna, tras su aspecto manga tontorrón e interfaz simplón se esconde un sistema de juego curioso, que no original. Tomaremos el rol de Oz, una especie de amaestrador de demonios, cualidad que obtiene a través de un ojo mágico con el que puede sellar a los engendros que iremos encotrando en nuestros viajes. Estos pueden ser llamados en la batalla, suponiendo la derrota o la victoria en función de los que tengamos a nuestro lado.

 

Está muy bien esto de relacionar exploración con batalla; no mediante simple adquisición de armas o armaduras, sino a través de elementos que puedan suponer nuevas estrategias al combate, al mismo tiempo que premia por investigar más en los laberintos; sí, como muy bien hicieron todos los Pokèmon hasta la fecha. Nadie ha dicho que aquella idea fuera mala, más si puede favorecer a un juego que tiene en la exploración y los combates duros su mayor cualidad. Y en cómo relaciona ambos el lugar al que mirar para alabarlo o condenarlo.

 

En la aventura no estaremos solos, ya que alternaremos nuestros viajes a mazmorras con la estancia en una pensión donde forjaremos nuevas amistades. Hay disponibles hasta siete clases para que se unan a nuestra búsqueda, que habrá que ver si sumadas a la recolección de demonios nos consiguen dar una experiencia de juego potable, porque tras ver algunos vídeos, mucho me temo que serán instantes de lucimiento de ilustraciones sexi-moe-raras. Sus excelentes ventas en Japón en el día de su lanzamiento y un 34/40 en Famitsu... realmente no nos dicen nada, pero queramos creer que sí. Esto, sumado a que contendrá una mayor carga narrativa que la suele traer su género, hacen de éste una prometedora nueva incorporación para un catálogo que empieza a ser ya uno a tener en cuenta.


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