Demasiada Realidad Virtual en un mal formato
Estamos entusiasmados con la realidad virtual, lo comentábamos en el debate tristemente interrumpido del MGPodcast de la Madrid Games Week, pero básicamente había cierta unanimidad en que no tiene tanto sentido en una plataforma cerrada como PlayStation 4, aunque el hecho de hacerlo más accesible y más sencillo puede ser la principal baza de PlayStation VR.
Pues bien, Sony sigue en sus trece de mostrarnos PlayStation VR y lo ha vuelto a hacer durante la conferencia de la París Games Week, y durante mucho más tiempo del necesario, cabe decir. Aunque el producto en sí puede llegar a ser algo grande (o puede que se quede en un mero gimmick, no lo sabemos), la promoción que está haciendo Sony no me parece que sea la más adecuada, precisamente porque no es algo fácil de enseñar.
Puede que ahora Oculus no lo esté haciendo bien a nivel de comunicación, pero cuando comenzaron, lo hicieron desde abajo, con una propuesta y con gente corriendo la voz, con pruebas limitadas de experiencias intransferibles que hacían que los demás sintiésemos ganas por el producto. Y es que esa clave de experiencias intransferibles es lo que hace que sea incompatible con una gran conferencia, sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones que conlleva.
Quienes ya hayan podido probar PlayStation VR (u Oculus o cualquier otro aparato de realidad virtual) sabrán que no es una experiencia fácil de contar, y que por supuesto, no es ni mucho menos lo mismo vivirla que verla en una pantalla, y así ha ocurrido hoy, que nos han mostrado juegos que... Pues en fin, uno no diría que RIGS es un juego digno de PS4.
También, quienes hayan vivido algo de la realidad virtual y conozcan esas limitaciones del sistema, sabrán que difícilmente va a poder ser real en una PlayStation 4 lo que hemos visto de Robinson: The Journey, el nuevo juego de Crytek para la realidad virtual. Así que en ese aspecto, en vez de mirar al futuro volvemos a la década pasada en cuestión de anuncios en conferencias. Lo que impresiona no es real, y lo que es real, no impresiona porque su punto fuerte está en esa experiencia personal y de ninguna manera se puede vender con un tráiler o con imágenes de gente jugando con un casco puesto.
La realidad virtual en PC aún no ha comenzado de forma oficial y ya es otro mundo, pero en consola aún es algo que está muy verde. Aún sabiéndolo, Sony no ceja en su empeño de meterla con calzador en todo lo que puede, y ya no hablo del secreto mal guardado (e incluso desmentido un día antes) de Until Dawn para RV, sino del mal efecto que deja rellenar una conferencia con juegos que lucen desfasados, y que salta a la vista que tienen como único aliciente el simple hecho de estar hechos para PlayStation VR.
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