Deep Down y The Last Guardian. Los retrasos hacen daño

Que un videojuego se retrase no supone ningún problema, y hasta lo comprendemos y nos gusta porque nos da la impresión de que servirá para pulir detalles. Sinceramente, prefiero eso antes que el videojuego salga pocho de lanzamiento, me lance a comprarlo de lanzamiento y luego tenga que esperar a por un parche que solucione todos esos problemillas de tiempos de carga o de FPS. Claro que los retrasos también pueden acabar siendo la condena de una propuesta.

 

Hay dos títulos que se retrasan y se retrasan: Deep Down y The Last Guardian. Lo del segundo ya es un chiste porque no es que se retrase, es que es como los extraterrestres: dicen que existen pero dudo que yo pueda verlos algún día. El caso es que ambos tienen una premisa que era chula, personal y casi única. The Last Guardian nos hablaba de la relación entre dos individuos muy distintos condenados a quereres y Deep Down nos traía una especie de Dark Souls con componente online.

 

Tantos retrasos nos han hecho pasar por un montón de títulos en el que dos seres se acababan queriendo, la jugabilidad se formulaba con su relación y nos tocaba amarlos a nosotros, mucho. Brothers, The Walking Dead, Papo y yo y otro buen montón. En el caso de Deep Down, ya hemos tenido nuevas entregas de la fórmula Souls, clones como Lords of the Fallen y hasta el anuncio de un Dragon´s Dogma nuevo, que será online.

 

 

Es posible que ambos juegos acaben saliendo, pero con retrasos tan pronunciados en propuestas tan concretas, cada mes que pasa, se hace menos necesario o fresco lo que plantean. The Last Guardian acabará siendo un videojuego que junte unos cuantos puzzles mientras se desarrolla la relación entre el pollo y el niño. En Deep Down avanzaremos por laberintos mientras le ganamos la partida a un puñado de enemigos con nuestros colegas; ambos videojuegos apetecen, pero lo hacían mucho más hace ya tanto tiempo…

 

Sigo deseando tener ambos, en especial Deep Down, pero ya no como ese videojuego original que esperaba que me sorprendiera. Ahora simplemente quiero me lleguen porque sé que me divertiré con ellos, y de eso tiene la culpa un retraso tan acentuado. No es lo mismo con videojuegos como Arkham Knight o la tercera de The Witcher, porque son secuelas que se desean como tales, pero en el caso de IP nuevas, hay que tener cuidado estas cosas, porque si a una serie nueva le quitas el factor sorpresa, se queda muy coja.

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