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Death Stranding juega con tu comprensión del lore y su mundo para poder avanzar

No todo es llevar paquetes
Por Álex Pareja

Death Stranding es mucho más que caminar y llevar paquetes de aquí para allá. Cualquiera que haya podido dar una un voto de confianza a la experiencia podrá pensar igual. Uno de los aspectos que más me atraen de la obra de Kojima Productions es que consigue sorprenderme cada día, en cada nueva sesión de juego. Cuando piensas que ya lo has visto todo el juego te propina una bofetada a nivel jugable, narrativo y/o argumental que suele ser cada vez más fuerte. Hoy me quedo con las múltiples ocasiones donde el título juega con tu comprensión del lore y de su mundo para permitirte avanzar (y tranquilos que voy sin spoilers). 


Por norma general, los videojuegos siempre cuentan con varias líneas de lectura. Una se tiene que comprender (la jugable), mientras que las otras (generalmente la historia y lo que la rodea) valen con leerse. Jugar es la acción principal, mientras que el resto es un añadido complementario que podría pasar por alto. Si eliminamos todos los elementos de un videojuego y nos quedamos con su esqueleto jugable, podemos jugarlo y terminarlo de igual manera. Pero hay casos, como los de Death Stranding, que van más allá y que juegan con la comprensión de ambas.

 

 

En varias ocasiones a lo largo de la aventura, la obra conduce al jugador a situaciones donde este debe realizar alguna acción que no depende de su conocimiento mecánico o jugable, sino de su comprensión hacia la historia y su mundo. Retos y cuestiones que el jugador debe desentrañar y pensar para poder avanzar. ¿Cómo consigo superar este problema? La solución no va sólo de mecánicas (no se supera saltando, pegando un puñetazo o cogiendo un paquete) sino que se concluye realizando una acción que confirme tu comprensión del contexto actual.


Esto hace que la historia y el mundo de Death Stranding cobren un peso espectacular y añaden valor a su argumento. No sólo porque una buena parte de la gracia de la obra de Kojima Productions está en su historia, misteriosa y atractiva, sino porque sabe incitar al jugador a entenderla, asimilarla y utilizarla. Hay ciertos elementos de su mundo que al principio son totalmente incomprensibles y extraños, pero si pones interés en entenderlos (viendo las cinemáticas, atendiendo a las conversaciones y leyendo los correos y entrevistas) siempre obtendrás algún conocimiento valioso para tu posterior desempeño jugable.


Es una simbiosis que pocas veces se ve en los videojuegos, donde la comprensión de la historia se une como ente que beneficia a su parte mecánica, que suele ser la única imprescindible en el resto de obras para que el jugador pueda avanzar. Puedes jugar a otros títulos saltándote todas las secuencias y no prestando atención a lo que te quieren contar, pero en este caso será imposible hacerlo si quieres superar sin ayuda estos pequeños momentos de magistral reflexión.

 

Death Stranding lore


Y lo mejor es que Death Stranding, en estos instantes, no suele dejar al jugador solo y perdido, sino que sabe sugerirle de forma muy fina cómo debe superar este reto o, al menos, cómo puede comprenderlo. Generalmente leyendo algún correo, atendiendo al entorno o asumiendo la razón por las que Sam debe hacer ciertas cosas en misiones principales o secundarias, hallando así la respuesta. Y la satisfacción obtenida cuando consigues avanzar en estos casos es increíble. 


Death Stranding es una caja de sorpresas. Es una obra muy especial que a mí me ha conseguido robar el corazón, por este y otros tantos motivos. Es una obra imperfecta, con problemas evidentes, pero que consigue ir más allá de otras propuestas gracias a decisiones como estas, que dan mucho más valor a lo que narra cuando hace partícipe al jugador si siente que desentreñar y comprender el misterio de su argumento es igual de satisfactorio que superar misiones donde sólo vale el desempeño mecánico, como en otros tantos videojuegos.


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