De estupidez y tabúes, el despido de Turtle Rock
A principios de mayo saltaba la noticia: Josh Olin, community manager de Turtle Rock, era despedido por involucrarse en la polémica 'racista' que había llevado al dueño del equipo Los Ángeles Clippers de la NBA, Donald Sterling, al ostracismo. La historia es francamente genial y demuestra que, en ocasiones, la estupidez de muchos te puede costar la ruina, pero dejadme que me explique, que esto es como lo de los quinientos millones de Destiny.
¿Quién es quién?
Donald Sterling, dueño del equipo de baloncesto Los Ángeles Clippers, fue grabado en la intimidad de su hogar por su pareja, V. Stiviano, a la que, supuestamente, reprendió con comentarios racistas. Tales comentarios salieron a la luz y le han valido a Sterling la baja de por vida de la NBA y una multa de dos millones y medio de dólares. Por su parte, los jugadores de la NBA exigen que Sterling venda su equipo deportivo. Quedaos con este dato que es importante.
El 30 de Mayo, Josh Olin, community manager de Turtle Rock -los de Left 4 Dead y Evolve- viendo el percal que se había montado, publicaba un tweet en el que defendía el derecho a la intimidad y la inviolabilidad del hogar. Apenas unas horas después, Turtle Rock tomaba la vía fácil y despedía a Olin asegurando que no hacía honor a los principios morales y éticos de la compañía, que al parecer incluyen el despido libre.
Ha sido un finde interesante de búsquedas en la red, carcajadas y cabreos con la manipulación de la noticia. Siempre he pensado que, como redactores, tenemos la obligación y el deber moral de informar de forma veraz, sin manipular la información y, en ocasiones, tratando de ir más allá de la propia noticia en busca de ese id invisible y ausente en las notas de prensa corporativas. Y digo como redactor porque, viendo como está el panorama periodístico a día de hoy, me queda claro que los periodistas están muy por encima de estas obligaciones de ser veraces y contrastar la información. No hay más que ver cómo se ha tratado esta noticia para darse cuenta de ello.
Un ataque de cuernos
¿Qué fue lo que dijo Sterling para que se considerase racista? ¿Tan fuerte fue? Pues... decididlo vosotros mismos: la polémica se inició cuando la esposa del magnate, V. Stiviano, subó una foto de 2013 con Magic Johnson a Instagram. Donald -el pato no, el muchimillonario-, la reprendió de la siguiente forma: 'Me molesta mucho que quieras transmitir que te relacionas con negros. ¿Tienes que hacerlo? (...) Lo único que te pido es que no promuevas eso... y que no los traigas a mis partidos (...) No lo pongas en Instagram [la fotos con Magic], para que el mundo lo vea y tengan que llamarme. Y no lo traigas a mis partidos'.
El enfoque que le dio la prensa y la NBA fue rápido: ¡¡Racismo!! ¡Cojamos las horcas y las antorchas y prendámosle fuego en el molino! Pero miremos un poquito más allá: ¿Saldría un racista con una chica como Stivano, que es claramente de origen mexicano... y afroamericano? ¿Le haría tantos regalos y la llevaría a eventos públicos de categoría? Sea como sea, la relación con Sterling ha resultado muy provechosa para V. Stiviano -Maria Vanesa Pérez para sus amigos-, y a la altura de la polémica, la relación entre el magnate y la modelito de instagram se había saldado con la compra de un Ferrari, dos Bentleys y un Range Rover amén de un buen puñado de joyas a nombre de la señorita que le acabó buscando la ruina.
No hace falta ser un hacha para darse cuenta de que los supuestos comentarios racistas pueden leerse con otra entonación: la de un ataque de cuernos de un viejo achacoso que ve que su pareja, mucho más joven y bella que él, se la está pegando a base de bien y no le da vergüenza hacerlo público. 'Lo único que te pido es que no promuevas eso... y que no los traigas a mis partidos (...) No lo pongas en Instagram, para que el mundo lo vea y tengan que llamarme. Y no lo traigas a mis partidos'. No sé, imagino que habrá quién prefiera seguir viendo racismo en un tipo de 81 años que andaba de folleteo con una chica de 31. También habrá envidia, cómo no, y por supuesto libertadores del pueblo oprimido que quieran ver en Sterling ese malvado racista, explotador de obreros y dueño de plantaciones de algodón. Y nadie se preguntará, ni por un momento, qué lleva a un supuesto racista que no quiere tener contacto con la raza negra a comprar un equipo de la NBA, deporte que ha sido llevado a lo más alto gracias a la grandeza de los afroamericanos... Y a Pau Gassol.
Lo mejor es, y si no tiempo al tiempo, la que se va a montar con la obligación de venta de Los Ángeles Clippers. Veremos quién lo compra al final y, siguiendo el hilo, se descubrirá una trama digna de capítulo de fin de temporada de Castle. Por lo pronto, la Marivane ya ha borrado todo lo que tenía colgado en su Instagram y su web 'oficial'. Rochelle Sterling, esposa de Donald, le ha reclamado a la Pérez los 1,8 millones de los regalos recibidos, y Magic Johnson ya ha dicho que no va a comprar el equipo... Lo que no deja de ser divertido, ya que Sterling ha dejado clara su postura de no vender. Veremos la que se lía, pero os auguro que va a ser gorda y que aquí hay muchos más intereses que los que se ocultan tras cuatro comentarios gilipollas en el calentón de un ataque de cuernos. ¿Apostáis algo?
Pobrecito Olin.
Pero todo esto, la verdad, me la pela. Sterling tiene 81 tacos y ha vivido como Dios, se estaba pegando la gran vida en un mundo en el que la peña se mata en curros de mierda por un bocata y un alquiler porrillero. Qué demonios, Donald, si es que pareces tonto: Si te meten éste gol te aguantas, por no vértelas venir. A ver si te creías que tenías enamorada a la MariVane y sus 31 añitos por tus arrugas y tu enorme parecido facial con un escroto. Y eso por no hablar de que cabe la posibilidad de que sí que seas un puñetero racista, Sterling, ojo, que nunca se sabe.
El que sí me da pena es Josh Olin. Tanta, que Turtle Rock ha terminado entrando de lleno en mi punto de mira. Es genial acusar a Olin de 'racista' cuando lo único que hizo fue decir lo mismo que he dicho yo: que algo olía raro en todo esto, que hay una serie de leyes que aseguran el derecho a la intimidad y que Sterling era, al fin y al cabo, una víctima. Declaraciones que complementó diciendo que cualquier a tiene derecho a ser un cretino en la intimidad de su hogar siempre que no afecte a nadie, y que él iba en contra de los medios, sin defender en ningún momento las supuestas posturas racistas de Sterling, posturas que ya deberían estar erradicadas de nuestra sociedad y más aún de un mundillo como el de la NBA.
Turtle Rock, sin embargo, fue más 'políticamente correcta' y optó por largar a Olin sin permitirle explicarse y, casi, sin avisarle -¿no había una ley de pre aviso de quince días, o yo estoy borracho?-. Lo mejor es que la tortuga roquera se ampara en el siguiente mensaje: 'La observación dicha por nuestro exresponsable de comunidad difiere completamente con nuestros valores como estudio de desarrollo. Ofrecemos nuestra sincera disculpa por su comentario y de ninguna manera aprobamos ni apoyamos su punto de vista'.
Se habrán quedado a gusto los tortugosos con esas palabras, pero lo que yo leo entre líneas es: Olin se ha metido donde no debía hablando del derecho a la intimidad y la no indefensión frente a los medios, pero nosotros preferimos despedirlo del tirón y quitarlo de en medio a lo Corleone para no perder ventas. Y lo siento, pero conmigo la han jodido, porque si esos son sus valores como estudio de desarrollo: El despedir antes de hablar, el quitarse de encima la piedra del zapato, el traicionar a un miembro del equipo y arrastrarlo por el barro... Que no cuenten conmigo.
Está claro que Turtle Rock ha decidido dejar a Josh Olin, a pesar de que sigue defendiendo al equipo tras Evolve, completamente Left 4 Dead, y eso está muy feo. Amigos antes que política, Turtle Rock, amigos antes que política.
¡Nos leemos!
Fuentes:
Gamespot
El Mundo
El Instagram de maría vanessa, quien, por cierto, curiosamente ha borrado sus fotos y el contenido de su página oficial.
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