Cuidando a los Pokémon físicamente
Pokémon Sol y Pokémon Luna introducen cambios sutiles pero que consiguen variar la experiencia casi al completo. Solo con la apariencia gráfica o con la presencia de elementos como el RotomDex, siento que estoy jugando a algo que se siente fresco, aunque en esencia siga siendo lo mismo a lo que algunos llevamos acostumbrados desde hace veinte años. Hay un elemento que me parece clave a la hora de entender estos cambios y de cómo, manteniendo la esencia, consigues dar un paso más allá: el cuidado de los Pokémon de tu equipo a nivel físico.
Antes, los Pokémon de tu equipo no dejaban de ser nombres, dibujos y estadísticas. En el fondo lo siguen siendo, ya que en su naturaleza, Pokémon Sol y Pokémon Luna continúan ofreciendo una experiencia RPG rica y compleja. Pero ahora es más viva, y premia a los jugadores que no sienten simplemente que esas criaturas que capturan o que les acompañan en su viaje son meras herramientas. Podemos acceder a una nueva función que nos permite acariciar, alimentar e interactuar con los Pokémon fuera de las Poké Ball, lo que a su vez se deja notar en los propios combates. Y es algo que me satisface enormemente.
La felicidad no solo servirá para evolucionar a algunas especies, sino para que afecten de forma directa en los combates. Por ejemplo, un Pokémon que sienta cariño por nosotros puede evitar algún golpe enemigo, o no caer derrotado solo para no darnos pena, como bien indica el propio mensaje que se nos muestra. Se crea un vínculo entre jugador y criatura que además casa con lo que nos narra la propia historia principal de Pokémon Sol y Pokémon Luna: la simbiosis entre las dos especies, que se respetan y cuidan entre ellas. Sí, no dejan de ser animales utilizados para luchar, pero de esta forma se da algo más de naturalidad a este hecho. Incluso existen grupos de personajes diferenciados dentro del juego que vuelven a aludir ese tipo de cuestiones.
Es genial limpiar de barro a nuestro Pokémon físicamente, viéndolo en pantalla, después de haber tenido un duro combate, por ejemplo. O darle de comer alguna pokéhaba y notar que ese pequeño esfuerzo en forma de tiempo termina dando sus frutos. Pokémon Sol y Pokémon Luna es la entrega más humana de la historia de la franquicia, y lo consigue con su nuevo apartado gráfico pero también con la inclusión de estos elementos, que se sienten como un paso hacia delante de una franquicia que a pesar de su edad sigue siendo un referente.
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