Cuatro razones por las que Red Dead Redemption 2 sí es revolucionario
Como comenta Álex en el análisis, Red Dead Redemption 2 sigue confiando su estructura en el formato tradicional del mundo abierto. Es un trabajo titánico, abarrotado de detalles y elementos que contribuyen a que te lo creas, pero quitando capas el esqueleto sigue siendo familiar. Esto no quita que Rockstar, el gigante americano que lo desarrolla, sí le haya incorporado cambios que, creo, definirán el futuro del género. A continuación os repaso los cuatro que más me han gustado:
La gestión de la economía es realmente creíble, y sigue evolucionando el avance alcanzado con GTA V. Es algo difícil de describir, algo que vas asimilando con el tiempo, pero en resumen el juego sabe indicarte el valor real de cada divisa. Sabes cuánto dinero acostumbra a llevar encima una persona, qué cantidad es una buena tajada por lo que suelen guardar los tenderos en las cajas fuertes, cuánto puedes llegar a robar de alguien que viste bien y puede permitirse un carromato y mil cosas por el estilo. Es difícil amasar una fortuna a poco que dediques un poco de capital a tu cuidado personal, e invertir centenares en el campamento es un gasto que se siente. Entiendes la renta de cada ciudadano solo con cohabitar en su entorno.
Hablando del campamento, el funcionamiento de los diálogos en él es, también, un avance. No veía algo tan bien implementado desde las conversaciones de Oxenfree. Cada momento se sucede con total naturalidad y siempre finge que lo pillamos empezado, con tal de reforzar la idea de que todo funciona independientemente de nosotros. Además no todo son diálogos entre dos, sino que es fácil que un tercero venga a llamarnos la atención cuando provocamos a un compañero o compañera. A esto súmale que también son ellos quienes se acercan a hablarte, que puedes cortarles porque no te apetece hablar y que puedes intervenir al final de alguna charla para que Morgan diga la suya. Todo esto puedes hacerlo con un cazo o una taza de café en la mano, pegando tragos cuando te apetece, y sentado o levantado. Es un mecanismo complejo, y el más creíble en este sentido.
Lo siguiente podría ser casi un detallito, pero es de aquellos que están hechos con cabeza. El diario de Arthur no solo recoge todos los capítulos importantes de la historia, sino que también cuenta con dibujos que hablan de las zonas y gentes que vamos conociendo. Se estructura por orden cronológico a nuestras acciones, incluyendo los eventos aleatorios y los parajes que encontramos al galopar libremente. Es una idea viene de Uncharted pero que aquí tiene una estructura mucho más personal, al no ser un resumen de cada misión principal sino más bien una síntesis del viaje único del jugador. De ti mismo. No hay dos iguales.
No podía pasar por alto toda la fauna del juego, y en especial el sistema de caza. Aquí verdaderamente sientes que existe una cadena trófica con presas y depredadores, más que en ningún otro mundo abierto. Los mamíferos se acercan al estanque a beber, los zorros atacan en manada a depredadores más grandes, las aves caen en picado a por sus presas, los carroñeros no desperdician un bocado, tu caballo reacciona al peligro y puede desconfiar de ti… y te lo crees. Para ser un buen cazador hay que fundirse con el entorno, inspeccionar primero la presa, tener en cuenta la dirección del viento o usar potingues que inhiban tu olor, usar la munición acertada para conseguir piel de buena calidad, plantar cebos, despellejar a tu presa y cargar el animal a tu espalda. Incluso la pesca es todo un mundo.
Hay muchos otros detalles que quedan en el tintero, como esa compra en las tiendas que te deja palpar cada elemento del escaparate, o ese escalado en las conversaciones que seguro traerá cosas interesantes, pero si tengo que quedarme con cuatro cosas son las comentadas. Como veis hay mucho todavía que apuntar sobre este juego, algo que alguna manera justifica su peso en esta década y, también, en la futura. Y pensar que todavía queda el online.
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