¿Cuánto valdrán los juegos de PlayStation 4?

Cierta página de venta de juegos físicos on-line de cuyo nombre no quiero acordarme, hizo saltar la liebre ayer con una actualización de las reservas de sus juegos de PlayStation 4 a galope entre la burla socarrona y el pobre que mendiga a precio de su credibilidad unas pocas visitas de más. Además de incluir juegos que técnicamente siquiera tienen fecha o están confirmados, pusieron los precios entre los 80 y 90 euros, circunstancia que provocó los primeros lloros de los usuarios recurrentes a las orillas del paraíso UK. ¿Debemos creerlos? ¿Cómo desacreditarlos?

El hecho de poner esos precios responde, normalmente, a una estrategia para tomar algo de relevancia durante días concretos: no sería extraño que a lo largo del día apareciesen noticias alarmando del precio e invitándonos a visitar la tienda para demostrar que, oh, han puesto el precio que les ha dado la gana. Dentro de unos días, semanas o meses, se corrige, se adapta, se devuelve el dinero de algún bobo incauto y aquí paz y después gloria: en las tierras de Internet no siempre se premia la credibilidad y el buen hacer, normalmente gana el ruín y zarrapastroso, y ellos lo son un rato.

Sobre el mero hecho de creerlos o no... bueno, Jack Tretton, consejero delegado de Sony Computer Entertainment America hizo unas declaraciones poco después del Meeting en las que confirmó que el precio de los juegos de PlayStation 4 estarían entre 'los 99 céntavos y los 60 dólares', por lo que podemos adivinar una posible subida del precio, pero desde luego que no pagaremos 15.000 pelas por un videojuego de la próxima generación PlayStation. En Estados Unidos, las novedades a día de hoy están a 60 dólares, por lo que más allá del ruín cambio dólar – euro, no tendremos que sufrir por una subida de costes y desarrollos que, al final, según palabras de la propia Guerrilla, no parecen ser para tanto.

¿Suben los juegos en cada generación? Desgraciadamente, esa es la imagen que proyectan con cada generación que sale, pero también es cierto que solemos olvidar lo que pagábamos por los cartuchos en la década de los noventa, que sin meternos en terrenos de importación loca de cartuchos de Dragon Ball, las más rabiosas novedades podían situarse fácilmente en las 12.000 pesetas. Hoy, por suerte, tenemos bajadas de precios de forma más regular y garantizada, y no son químeras como si lo eran en tiempos pasados, en los que esperar una rebaja era esperar un imposible o una irregularidad de la tienda de turno.

También debemos decir que ganamos en precios con el formato disco, y que los primeros tiempos del óptico parecían maravillosos con juegos a 6.000 y 8.000 pesetas, y que de ese precio, casi veinte años después, ya no queda prácticamente nada, pero la justificación de la tecnología y los medios usados en veinte años de evolución suben 12 euros, no lo veo tan descabellado y loco. ¿Podríamos discutirla? Y tanto: teniendo en cuenta lo que mueve la industria hoy en día y los precios de los juegos en otros formatos como, oh, el PC, claro, podemos sacar punta a cualquier cosa.

En todo caso, el debate sobre el precio de siempre, que nos acompaña una o dos veces al año y que nos obliga a preguntarnos si realmente estamos pagando un precio justo por nuestros ratos de ocio a los mandos de una consola. Aunque los AAA estuviesen a 20 euros, seguro, seguiríamos preguntándonos sobre ello, así que es un debate que no acabará nunca. ¿Qué me dicen distribuidoras? ¿Los bajamos a 20 a ver si nos callamos?