Cuando los videojuegos ya no son el mal

El pasado fin de semana, Dan Houser, vicepresidente de Rockstar, habló con The Guardian en plena promoción de GTA V y no se cortó a la hora de hablar sobre la absurda polémica que provocó GTA San Andreas con Hot Coffee.

 

Para los que no lo recuerden, Hot Coffee era un minijuego de GTA San Andreas que desapareció de la versión final del juego pero que fue rescatado por la comunidad modder. En él, podíamos mantener relaciones sexuales con las novias que CJ Johnson se iba echando a lo largo del juego y levanto un revuelo más que considerable.

 

Houser rememora aquellos días en la entrevista con el Guardian. Dice que fueron unos "días muy duros en la compañía", pero lo mejor llega a continuación: "La decadencia social que íbamos a fomentar no se ha producido. Los debates que se encendieron en aquel momento ya no tienen lugar. No se nos criticó por los contenidos, se nos criticó por el medio que utilizábamos y nos parecía injusto. Si hubiésemos puesto esos contenidos en un libro o una película nadie habría pesteñeado".

 

Lo que Houser vivió en primera persona fueron los últimos coletazos de los no tan buenos viejos tiempos, en los que el videojuego era objeto de polémicas a cada cual más absurda. Lo era, y en España estábamos acostumbrados a ver esas demonizaciones en los telediarios cada cierto tiempo, porque era un medio minoritario arraigado en un sector muy joven de la sociedad. Pese a que los grandes medios acostumbran a ser gigantes que tardan en digerir los cambios sociales, las polémicas casi han desaparecido de los informativos. ¿Acaso se han suavizado los contenidos?

 

Para nada. Es más, me atrevo a decir que en la presente generación hemos tenido momentos capaces de revolver las tripas a más de un jugador experto. En el supuesto de tener hijos, dudo muy mucho que algunos juegos hubiesen llegado a sus manos. ¿Comenzamos con la lista? Sin salir de Rockstar, en GTA IV teníamos que decidir en los primeros compases del juego si asesinábamos a una persona a sangre fría, todo esto mientras se escuchaban las súplicas del condenado. El mismo Bully, gran juego, por cierto, giraba en torno a una temática tan amigable como la de convertirse en el matón de la escuela y amargarle la existencia a un puñado de adolescentes.

 

 

En esta lista nadie se salva. Aquí encima tenéis una preciosa decapitación de God of War 3 que es cualquier cosa menos sutil. Y por si alguien ha olvidado ya Modern Warfare 2, una de sus misiones incluía masacrar a un grupo de civiles en un aeropuerto a balazo limpio en una escena en la que también se podía rematar a algunas de las víctimas moribundas. Hasta Mass Effect, y Dragon Age, tuvieron que aguantar tonterías varias desde la supuesta llamada a mantener relaciones con personajes del mismo sexo —como si fuera una práctica censurable— hasta el hecho de que existiera esa misma posibilidad de acostarse con algún secundario. Geoff Kighley tuvo que salir en la FOX a callar bocas cuando la cadena de noticias intento vender el juego como algo que no era (ojo, el vídeo está en inglés):

 

 

¿Por qué no escuchamos hoy en día tantos lamentos mediáticos? Un pequeño vistazo nos demuestra que los temas sensibles siguen ahí, y en algunos casos con altas dosis de contenidos que harían llorar a Paco Marhuenda. Y no dudo que GTA V tendrá su dosis de atrevimiento a la hora de abordar algún momento delicado. El actor que ha aparecido en escena desde aquellos tiempos no es otro que la publicidad. Estará en declive y en crisis, pero la fuerza que tiene ahora el sector no es nada si la comparamos a la que tenía hace 15 años, cuando el usuario medio no llegaba a la veintena. Ahora, con jugones hechos y derechos, padres de familia y con trabajos estables, son una parte demasiado importante del pastel publicitario. Y a ver quién es el guapo que se atreve a lanzar un órdago al anunciante de turno...

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