Cuando una saga deportiva decide no ser anual

Suele ser una conversación muy recurrente entre los aficionados a los videojuegos, sobre todo a los deportivos. Comprar una nueva entrega de una saga deportiva y descubrir que las novedades no son demasiado notorias, o se quedan simplemente en la superficie. "¿Por qué no actualizan las plantillas y ya está? ¿Por qué, aunque no incluyan absolutamente nada nuevo, me cobran 70 euros otra vez por el mismo juego?". Al final, todos terminamos llevando a la práctica nuestras propias tácticas, como la de comprar un juego de una determinada franquicia cada dos o tres años porque somos conscientes de lo que nos vamos a encontrar. 

No hay que darle mucho al coco para entender que estas decisiones son puramente comerciales, y no hay más que ver las ventas que tiene cada año una nueva entrega de FIFA, por ejemplo, para entender que Electronic Arts jamás pensará en no lanzar un nuevo juego de la saga cada año, importándole bastante poco si incorpora suficientes novedades o no. Pero es normal y todos lo haríamos si fuese nuestra empresa, ya que reporta unos ricos beneficios con no demasiado esfuerzo que además sirve para que se puedan desarrollar otros juegos de otra índole. Al final todos salimos ganando, aunque parezca que no. 

Pero, evidentemente, lo óptimo sería que los juegos deportivos no viesen la luz de forma anual, dando mucho más tiempo a los desarrollos para que cuando llegue una nueva entrega el salto sea realmente notable. Creo que nadie podría discutir que para Electronic Arts sería bastante fácil seguir actualizando las plantillas en tiempo real e ir incorporando parches, más o menos grandes, que vayan solucionando algunos pequeños problemas de la jugabilidad. Podríamos vivir con FIFA 16 muchos años, pero claro, no es algo que vaya a ocurrir. 

Lo curioso llega al descubrir que sí que hay una franquicia deportiva que hace y va a hacer exactamente lo que muchos pedimos y lo que a día de hoy no nos creeríamos. Sobre todo teniendo en cuenta que también es algo que llega por parte de Electronic Arts. El próximo UFC 2 sorprende por muchas cosas, y la primera y más visual puede ser por su propio título. ¿Por qué no se llama UFC 2016? Exactamente por la razón que estáis pensando, aunque suene a misterio parapsicológico: porque no va a ser una franquicia anual. 

UFC 2 llegará el año que viene con la idea de ser un juego de largo recorrido. El juego incorporará un roster inmenso, con casi todos los luchadores existentes de este deporte de artes marciales mixtas, que se irá actualizando cuando toque, para incluir más deportistas o para pulir algunos defectos. No habrá UFC 3 en un año, ni tampoco un UFC 2017. Es exactamente lo que muchos pedimos para todos los juegos deportivos existentes: una buena base que sirva durante años y que aprovecha las posibilidades que otorga internet para actualizarse sin que los jugadores deban pagar anualmente. 

Además, el grado de perfección con el que están desarrollando el título da hasta miedo, e incluso hubo un proyecto a medias que terminó siendo cancelado porque el propio dueño de la compañía no creía que estaba a la altura de las circunstancias en cuanto a calidad se refiere. Por primera vez nos encontramos con un juego deportivo ejemplar, que utiliza el motor gráfico Ignite que ya estamos viendo en algunos juegos de EA (y que resulta espectacular en todos los sentidos) y que, vistos los precedentes de la franquicia, también resultará excelente a nivel jugable. ¿Quién da más? Es una pena que por el momento esta práctica solo se lleve a cabo con este deporte y con el próximo UFC 2, pero no por ello debemos dejar de alegrarnos.