Cualquier Battle Royale que no sea Fortnite está condenado al fracaso
Algo se muere en el alma cuando un amigo se va. A veces ese amigo es un videojuego. Le cogemos cariño a un título multijugador y nos abandona. A mí todavía me sigue doliendo la ausencia de Warhammer Online. Dioses, amaba ese juego. Hay otros, sin embargo, que nacen, mueren y no nos damos ni cuenta. Quizás porque estamos demasiado ocupados jugando a Fortnite. Pero no, tranquilos, esta vez no vamos a hablar de los errores de Bleszinski. Tras el batacazo que el bueno de Cliffy tuvo con LawBreakers y Radical Heights, hay otros que no han entendido la moraleja.
La moraleja es no te metas en un mundo claramente dominado por uno solo. Tendrás las de perder. Lo curioso es que Epic Games se metió en el mundo donde PUBG era el rey y lo echó de una patada. Al principio fue un combate justo, pero los ingresos que Fortnite está trayendo a la compañía dejan claro quién gana. Sus cifras escandalosas no dejan lugar a dudas: Fortnite es el rey de los battle royale. Hi-Rez, no obstante, parece no haberse enterado.
La compañía tras Smite y Paladins ha querido intentarlo también con este subgénero del shooter. Así nació Realm Royale, que en un principio iba a ser un spin off de otro producto. Dos meses después, el juego ha perdido al 97% de sus jugadores. Ha pasado de tener más de 100.000 jugadores concurrentes a tener únicamente 3.000. Los usuarios no han querido darle demasiado de sí mismos, a la espera de que el juego llegue en forma de beta a PS4 y Xbox One.
Es muy fácil decir que es que Fortnite es único e inigualable y es difícil superarlo. Pero hay que saber profundizar un poco más. La “magia” de Epic Games es que no ha dejado ni un segundo que Fortnite se estanque en la rutina. Dentro de lo básico que es un juego battle royale, este ha sabido no resultar repetitivo con eventos, nuevos objetos y desafíos cada semana. PUBG ha empezado a repetir este modelo, y aunque en móviles no le va nada mal, sigue quedándose atrás. En el caso de Realm Royale, o del ya mencionado Radical Heights, el problema está en que han confiado en ser la novedad. Pero de ser el chico nuevo y atractivo no se vive. Tras jugarlo en este tiempo, son muchos los que consideran que al juego le falta contenido, le faltan novedades.
Nos hemos acostumbrado a que los juegos-servicio nos lo pongan todo en bandeja. Queremos skins, queremos artículos variados y queremos misiones, aunque el juego sea siempre el mismo. Por eso es curioso ver que Fortnite, aun teniendo siempre el mismo mapa, ha sabido no resultar aburrido. De hecho, ha sido hace muy poquito cuando Epic ha decidido renovar un poco el mapa y añadir zonas nuevas. No llega a arriesgarse, pero sabe darle al público lo que quiere. Y por eso seguirá portando la corona.
<< Anterior Siguiente >>