¿Cuál ha sido el juego de lucha que te ha hecho enamorarte del género?
Es posible que la respuesta obvia a esta pregunta sea Street Fighter II, porque fue el juego que lo cambió todo. Pero en mi caso, aunque dicho título sea un clasicazo de calidad indiscutible , no fue el que me enamoró. El fighting que me sedujo y me condenó a amar para siempre este género fue Street Fighter Alpha 3 para PSOne. El spinoff que Capcom se marcó de su saga estrella me dejó con la boca abierta porque tenía todo lo que se le puede pedir a un título, y mucho más. La tercera parte de los Alpha era un Street Fighter competitivo, pero también contaba con ese puntito coleccionista, de muchos personajes y opciones propio de los Naruto y Dragon Ball de la presente y pasada generación. Pero éste se mantenía en el tiempo. El problema de las conversiones de anime a la pantalla es que, tras haber jugado un par de días, controlar a los personajes no supone ningún reto. No te permiten ser creativo con sus técnicas, aprender movimientos nuevos o lograr grandes enfrentamientos con tus amigos, pero éste sí lo permitía. Recuerdo con cariño sentir controlar a Adon, pasarme a FeiLong y luego al resto de sus personajes, obteniendo con todos un buen resultado, luchadores competitivos y muy divertidos a los mandos. Éste es el gran logro de este título, mezclar como nadie el fan service y el ser un referente de su género, tanto por su número de personajes, como por modos de juego y opciones de configuración de los combates. Lamentablemente, Capcom se desvió de este camino cuando alguien les explicó lo que eran los DLC.
Street Fighter Alpha 3 cuenta, además, con los diseños de personajes más frescos y atractivos de toda la marca. La versión rejuvenecida de las caras más conocidas es fantástica, así como el rediseño de aquellos que llegaron del primer Street Fighter, destacando especialmente el del luchador con el que más partidas eché, como ya dije: Adon. Sé que no habla el crítico objetivo que debería ser, sino el chaval que se tiró noches y noches con sus colegas a golpe de Jaguar Kicks.
Pero todo esto al final no vale nada si no viene acompañado por una jugabilidad a prueba de bombas. Street Fighter Alpha 3 tiene un ritmo mucho más rápido que otros juegos de la saga, siendo acentuada esta jugabilidad con la barra de Guard, un modo de penalizar al jugador por no jugar al ataque. Añádele a esto los aerial recovery y unos maravillosos ultra configurables y tendrás un título que engancha desde el mismo momento que lo metes en la videoconsola.
Si estuviéramos hablando de música, este juego sería el single con el que el grupo intenta vendernos su disco, mientras que Street Fighter III sería esa canción lenta y rara que enamora a los hipsters, y el IV, el tema al que regresas una y otra vez porque ha conseguido calarte hondo. Pero Alpha 3 es accesible, amable, generoso con el jugador y espectacular. Sencillamente, el mejor título, el más idóneo, para enamorarte y sumergirte en este maravilloso género.
Éste es el mío ¿pero y el vuestro? ¿Cuál ha sido el juego de lucha que os ha hecho enamoraros del género del fighting?
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