No soy un gran amante de los juegos para móviles, lo reconozco. Soy de los que opinan que para ponerse a jugar en serio lo mejor es encender la consola o el PC y dejarse de tonterías. A los que me dicen que estos jueguicos están muy bien para los ratos muertos o cuando estás fuera de casa les suelo decir que para eso están las portátiles, con juegos más atractivos y complejos. Pero sí, reconozco que estos últimos días he caído en la tentación más de lo normal.
Os va a sonar a broma pero todo surgió jugando a Bloodborne. No voy a ser yo quien os descubra que el último título de From Software tiene unos tiempos de carga bastante largos entre muerte y muerte (cosa que ocurre con mucha frecuencia en mi caso) y en una de esas esperas un impulso hizo que me lanzara hacia el móvil, a ver qué me encontraba para que las esperas se me hicieran más amenas. Abrí la tienda digital y me encontré con la foto de una gallina que parecía súper maja. Fue amor a primera vista. Al comprobar que era un juego gratuito llamado Crossy Road no me lo pensé dos veces y probé suerte.
No penséis que cuando jugué por primera vez el juego me enamoró perdidamente y eso me llevó a apagar la consola para marginar a Bloodborne por él, pero oye, resulta que no está nada mal. Para los que no sepáis de qué va, el juego nos pone a los mandos de esa gallinica tan simpática que tenemos que guiar a lo largo de un escenario infinito repleto de peligros. Tenemos que ayudar a que cruce la calle sin que los coches conviertan a nuestra gallina en tortilla o evitar que se ahogue en los ríos que también nos vamos encontrando… el sistema de control es muy sencillo (pulsamos la pantalla para avanzar y para movernos deslizamos en la dirección deseada) lo que ayuda a entender su planteamiento desde el principio.
El juego nos pica y siempre queremos obtener más puntuación. Engancha de mala manera y ya me ha pasado varias veces que al poner el juego para una partidilla rápida he terminado echando unos buenos veinte o treinta minutos de vicio. Además, no sólo podemos manejar a la gallina (por si a alguien no le parece simpática, que me extrañaría mucho) y también podemos desbloquear todo tipo de animalejos y personajes con los que jugar, que además hacen variar la estética de los escenarios.
No es que haya recuperado la fe en los juegos para móviles gracias a Crossy Road, o que me haya parecido una nueva maravilla obligatoria de jugar para todos, pero sí que me gusta saber que puedo recurrir a él en cualquier momento porque lo llevo a todos lados en el móvil. Además, este tipo de juegos que saben a lo que van (que es al disfrute rápido) ocupan un lugar que las portátiles a veces no pueden cubrir. Estoy hablando de esos tiempos muertos que no duran demasiado y en los que da pereza coger la Vita o la 3DS para ponernos a jugar más en serio.
Mi récord en Crossy Road es de 286 puntos, que posiblemente será de todo menos una puntuación alta, pero a mí me lo parece teniendo en cuenta que no suelo superar los 50 en la mayoría de partidas. Y sí, es un desafío directo para vosotros, ¿podéis superar mi marca? El juego es gratis y está en Android e iOS, así que si también queréis tener algo a mano mientras os carga el Bloodborne o por cualquier otro motivo, dadle caña.