Criterion abandona la carretera

Después de haberse hecho un nombre a lomos del género de la conducción, Criterion se baja de la burra. Lo deja. «Después de una década haciendo juegos de carreras, es hora de algo nuevo», asegura Alex Ward, responsable del estudio. La noticia, eso sí, choca un poco con aquella información que apareció hace varios meses en la que se aseguraba que el estudio iba a tomar el control creativo de la franquicia Need for Speed. Ahora que el estudio sueco Ghost será el encargado de hacerla, ¿significa que Criterion sólo tendrá un papel de asesor?

Las palabras de Ward, eso sí, han sido cristalinas como el agua. A través de su cuenta de Twitter se lo ha dejado bien claro a los fans y aunque asegura que el estudio adora las franquicias Burnout o Need for Speed, sienten que tienen que hacer algo diferente con sus carreras. Por si alguien está pensando que el estudio podría estar trabajando en una secuela de Black, el shooter en primera persona que lanzaron en 2006, que no se haga ilusiones porque el mismo Ward lo ha desmentido.

Por mucho que nos pueda doler que Criterion se aleje de la carretera, lo cierto es que el estudio ha demostrado su polivalencia a lo largo de su dilatada trayectoria. El cortoplacismo en esto del videojuego parece indicar que la firma sólo se debe al género del volante pero lo cierto es que en sus primeros años tocaron otros palos diferentes.

El estudio comenzó trabajando en PC con títulos centrados en la acción como Sub Culture y también desarrolló para la difunta Dreamcast, para la que figuran un título de motos (Redline Racing), uno de deportes (Trickstyle) o otro de acción (Deep Fighter).

A partir de ahí, el estudio dio el golpe del siglo con Burnout, saga que captó la atención de Electronic Arts y les incluyo en nómina para tomar las riendas de alguna de las entregas de Need for Speed siendo la última, Most Wanted, la más reciente de todas. A Criterion le toca cambiar el chip y lo hace sabiendo que que tiene un legado tras de sí donde ha demostrado su saber hacer. El suyo es un caso ligeramente parecido al de Harmonix, firma que después de tres Rock Band y otros tantos Dance Central ha reconocido que está trabajando en proyectos que no tienen nada que ver con la música.

Renovarse o morir. Y, si no, que se lo digan a los buenos de Telltale Games que deben estar hasta la coronilla de hacer el mismo juego una y otra vez.