1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

Crash es una rata guarra, desordenada y caótica. Y esa es su mayor virtud

Qué divertido es Crash 4
Por Adrián Suárez Mouriño

Crash Bandicoot 4 It's About Time mola un montón. Pocas formas hay más claras de definir este videojuego: mola. Esta cuarta parte numerada recoge todo lo que la serie ha aprendido hasta llegar aquí, y aporta cosas nuevas. Crash, tanto el personaje como su forma de moverse, es muy hijo de su tiempo. Es una mezcla entre la rapidez de Sonic frenada por la exploración de Mario, una combinación que se creó con las limitaciones de Playstation, que obligaba a hacer una estructura de juego tridimensional pero lineal. Eso provoca aciertos y problemas.

 

Lo mejor de Crash sigue siendo esa sensación de ‘juego de carreras’; de tener que llegar al final de un circuito; bien lo más rápido posible, bien sin morir o recolectándolo todo. Lo peor es que su cámara trasera hace que muchos saltos se malogren o que las distancias no se calculen bien demasiadas veces. Pero incluso esos problemillas acaban siendo parte de la experiencia.

 

 

Porque Crash es un juego sucio, desordenado y poco preciso. Es un plataformas gamberrete que te lleva a la improvisación y al exceso mecánico. Shigeru Miyamoto perseguía, con sus Super Mario, la menor pulsación posible de botones, pero en Crash hay demasiados: que si hacer un dash, doble salto, caídas y también la alteración de los elementos del escenario a través de un botón. Hay mucho lío, en cada fase y sin control.

 

El acabado artístico y el diseño de los escenarios también favorece esta sensación de caos y guarrería. Sus fases parecen un estercolero diseñado de diferentes formas; y el propio Crash, que parece una rata, lo acentúa aún más. Y la gracia es que todo esto, que puede parece un conjunto de quejas, es que todo funciona extrañamente bien. Crash 4 mola, es un juego muy variado, difícilisimo de dominar si quieres ir a por el 100% de los logros. Sabe que vas a morir mucho por culpa del propio juego, por lo que habilita un modo que contabiliza las muertes, pero que te evita el Game Over; y una vez que hayas aprendido a jugar bien, una vez que entiendas que sus problemas son parte de la experiencia, ya puedes lanzarte al modo retro en el que sí se muere.

 

Es fascinante cómo funciona este Crash 4. No es un plataformas pulido ni lo pretende, es un caos que haría llorar a Miyamoto, y precisamente por eso es tan pintoresco y divertido. Yo me lo estoy pasando pipa con él, esa es la verdad.


<< Anterior Siguiente >>