Cosas del videojuego que quiero ver en The Witcher Temporada 2
Lo vimos materializarse en un ser amorfo y horrible en The Witcher 1. Lo acompañamos en su cruzada contra vampiros, elfos, ardillas y no muertos en The Witcher 2 y 3 y sin duda el lanzamiento de la serie ha reavivado nuestras pasiones por la Saga del Brujo de Geralt de Rivia. Pero lo que está claro es que la primera temporada de la serie del brujero convertido en una de las dos razones por las que todavía no he salido completamente del armario levantó pasiones dentro de la comunidad gamer. Y ahora han vuelto a poner el hype muy alto al declarar que esta segunda temporada la serie tendrá más guiños al videojuego que nunca.
Y eso me ha hecho preguntarme…. ¿qué me gustaría ver a mí de los videojuegos implementados en la serie? Y hoy os traigo algunas de mis reflexiones favoritas.
1- Más brujeros, aunque no tan atractivos
Tanto en la saga de libros de Andrzej Sapkowski como en The Witcher 2 y The Witcher 3 los brujos son escasos, pero a pesar de ello sigue habiendo más que vestigios de su gloriosa actividad pasada. Según los juegos existen varias escuelas, como la de la víbora, el oso, el gato, el grifo y el lobo (a la que pertenece Geralt). Y no solo eso, sino que también podremos llegar a conocer a otros brujos como Eskel, Lambert e incluso Vesemir, al cual Geralt llama al final de la primera temporada.
Estos brujeros no tienen por qué ser santos. Si no recordamos mal, en una de las misiones de The Witcher 3, Geralt se encuentra con un brujo en la ciudad de Novigrado que vive con una familia humana para tapar sus horribles crímenes del pasado y usarlos como escudo moral. No podemos olvidar tampoco ni de broma lo glorioso que sería ver a Letho de Gulet de The Witcher 2 dando caña a los reyes como enviado de Nilfgaard. Un enfrentamiento entre ambos sería sin duda delicioso.
2- Va fail, dhoine
Si algo no puedo perdonarle a la primera temporada es su patética forma de representar a las Ardillas. Su imagen de hippies inadaptados sería magníficamente reformada a la hora de incluir a Íoverth, de The Witcher 2, dentro de la comandancia de los elfos. Íoverth, con su xenofobia justificada, su racismo exagerado y su ojo tuerto era sin duda uno de los personajes más emblemáticos, sexys y carismáticos de todo el juego y está claro que su presencia y sus discursos otorgarían de mucha más profundidad al setting y universo que se muestra en esta segunda temporada de The Witcher.
Especialmente porque hemos tenido escenas más que suficientes para ver el odio que le tienen los humanos a los brujos, pero no hay demasiados momentos que expliquen cómo los humanos, en un movimiento que oriente medio reconocerá, apartaron y empujaron a los elfos a pequeñas comunidades y persiguieron y exterminaron sistemáticamente a aquellos que quisieron recuperar su hogar.
3- El barón rojo y las tres moiras del bosque
La historia del Barón Rojo, aunque quizás sea demasiado avanzada para esta segunda temporada, es como poco una magnífica forma de anticipar la tercera. Y como a los productores de Netflix les ha dado por dar estos saltos en el tiempo ligeramente inconexos ¿quién sabe? Puede que cuadre perfectamente.
La historia del barón rojo no solo le valió a The Witcher 3 un premio a mejor guion sino que también entra muy en boga con la actualidad más delicada y política que le hace aguas a los productores de Netflix. Un retelling de una mujer e hija maltratadas por un hombre en un territorio machista y asqueroso que huyen tratando de dejarlo todo atrás solo para caer (al menos una de ellas) en los brazos de las repugnantes moiras. Magnífico de ver en el juego, como para no serlo en pantalla.
4- Quiero ver al personaje de Gaunter O'Dimm
Uno de los personajes más carismáticos que nos presentó la expansión Hearts of Stone es Gaunter O’Dimm: un hombre aparentemente amable que esconde increíbles secretos. Gaunter es la personificación bíblica del mal y además es muy dado a los discursos sobre moralidad, como ocurre en el capítulo piloto de Renfri.
Por si no lo sabíais, Gaunter personifica un monstruo mitológico polaco capaz de conceder deseos oscuros y retorcidos a la gente. De hecho, en el juego se deja caer que es posible que Gaunter influyese en sucesos pasados de la propia historia, lo cual explicaría de cierta forma por qué el pusilánime del Vilgefortz de la serie se convierte en ese ser colosal que conoceremos luego en los juegos.
5- Do you play Gwent?
Vale, lo sé. Te estás riendo al leer esto, pero quiero verlo. Quiero ver a Geralt, tirado en un campamento, con Jaskier molestando con su laúd mágico, sacando una baraja de cartas. O que incluso aparezcan de fondo en una partida de dados de alguna taberna, quizás antes de ir a cumplir la misión de los trolls del puente.
Sea como sea, The Witcher es muchas cosas que podrían adaptarse mejor o peor, pero lo que nunca olvidaremos, por encima de las escenas de Yennefer sobre el unicornio o de Triss en la cascada, es esa brutal e increíble disonancia narrantiva que sentimos cuando el padre del hijo que acababas de matar, te invitaba a una partidita de Gwent.
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