Contra Rogue Corps y Bloodstained son un buen regreso, pero poco más
Tengo sentimientos encontrados con Contra Rogue Corps. Los mismos que tengo con Bloodstained: Ritual of the Night, aunque por razones muy distintas. En el primer caso, Toylogic ha optado por retomar la polémica decisión de Neo Contra y cambiar totalmente su jugabilidad con un enfoque más digno del Dandy o de Gauntlet de lo que fue Contra, Gryzor o probotector en su momento.
En el segundo caso, Bloodstained -gratis desde hace unos días en Xbox Game Pass- retoma a la perfección el estilo y el género del que hace gala, el de Castlevania Symphony of the Night, dejando a un lado algunos elementos que podrían haberle venido de lujo a este regreso. Ojo, que agradezco los extras, los secretos y las coñitas de Igarashi, especialmente en lo que a las monedas de 8-bits se refieren. Sin embargo, en ambos casos tengo la sensación de estar ante ocasiones perdidas, ante balas que han acertado en el blanco de sobra pero que no han atinado en el centro de la diana.
Buenos regresos, pero poco más
Lo de Contra Rogue Corps es especialmente discutible. Sí, están ahí los enemigos, los saltos con mil volteretas, algunos guiños en forma de partes en 2D, las fortalezas y toda la locura en la que acabó por convertirse la serie. Pero... ¿En serio era necesario convertir el run and gun en un isométrico cambiante con oleadas? El problema es que la experiencia cambia, la jugabilidad cambia, y aunque consigue que seas consciente de estar ante un Contra, la sensación no es esa ni de lejos.
Teniendo en cuenta el buen trabajo que han hecho con el sistema de armas, los personajes, los videobliogs, los elementos RPG y el cooperativo, Contra Rogue Corps cumple de sobra como regreso o episodio extra de la saga, pero se queda lejos de ser el reboot que necesitaba el juego original de 1987. Tal vez deberían haberse atado la manta a la cabeza y haber hecho como Capcom con Bionic Commando, un remake real y a fondo del juego. Con esta mezcla de varios fomatos clásicos y la 'novedad' del online, han conseguido su cuota de público y de mercado, pero dudo que volvamos a oír hablar de Contra más allá del Collection que, si la memoria no me falla, tiene que estar al caer si no cayó ya.
Quiero a Igarashi en plan moderno
Todo lo contrario me ha pasado con Bloodstained Ritual of the Night. Qué cosa más bonita y qué divertido. Un juego que demuestra que Koji Igarashi funciona de lujo cuando hay vampiros y señoritas de corte gótico, tormentas, lunas de sangre y pueblos medievales destruidos. Es aquí, justo aquí, donde me gustaría ver a Igarashi de nuevo. Un Igarashi con dinero, con música de Vampire Theater -bueno, mejor de Michiru Yamane, pero ya me entendéis- y con un equipo detrás que sepa manejar bien los escenarios y los juegos actuales.
Bloodstained es un juegazo aunque se quede en ser lo mismo que ya vivimos en castlevania SotN. Es por eso por lo que me encantaría saber hasta donde podría llegar Igarashi no tanto como desarrollador como en el papel de guionista y diseñador de escenarios. Podría ser algo grande, algo realmente grande, una comunión de lo nuevo con lo viejo que ninguno de estos maestros ha conseguido aún y que los más veteranos esperamos como agua de mayo. Ojalá.
¡Nos leemos!
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