Consejos para disfrutar de Assassin’s Creed Odyssey si vienes de Origins
Si, como yo, le echaste un número de horas insano a Assassin’s Creed Origins, y te da miedo saltar a la todavía más grande aventura griega de Alexios o Kassandra, hoy te traigo algunos consejos que te ayudarán a aliviar la sensación de repetición. Es imposible esconder a nadie que la presente aventura espartana se construye sobre la misma base que la egipcia, y teniendo en cuenta que esa se alargaba artificialmente, es algo un factor que puede convertirse en un problema si pretendes jugar igual. O no, siempre que te autoimpongas ciertas reglas. Estas son las mías. Entra en el rol
El nuevo sistema de diálogos y las distintas variables que se abren dependiendo de lo que elijas son un diamante en bruto. Aprovéchalos. Imagina al personaje que quieres llevar, ya sea un mercenario sin piedad o un héroe benevolente, y constrúyelo con las herramientas que ofrece el juego. En mi caso he tomado el papel de una viajera que quiere descubrir su lugar en el mundo, y que evita meterse en líos y peleas entre bandos a menos que sea necesario. Esto hace que el conjunto sea mucho más atractivo, porque juego pensando en qué haría Kassandra en lugar de en lo que a mí me apetecería hacer, que viene siendo explorarlo todo. Vamos, que me ayuda en el siguiente consejo.
No te agobies Activa el modo exploración
Estamos seguramente ante el juego en el que hay más cosas que hacer de toda la franquicia. Tendrás deberes si quieres hacerlo todo. En mi caso, siguiendo con el rol fijado antes, no tengo la necesidad de asaltar todos los campamentos enemigos del mapa, ni de derramar más sangre de la necesaria. También hay que asumir que Ubisoft te va a esconder un tesoro o actividad en casi cualquier localización marcada con un interrogante, y por eso he decidido hacer solo aquellas que se crucen en mi camino, las que aparezcan delante de mí de manera orgánica y que no me obliguen a desviarme demasiado del camino. Prueba a hacerlo, intenta no abusar de las secundarias y verás como todo fluye con mucha más naturalidad.
La gente de Quebec ha hecho un excelente trabajo con el modo libre de iconos. Si no quieres ir a piñón, te apetece disfrutar de las vistas y buscas que el escenario sea más tangible, intenta darle una oportunidad a este añadido. Gracias a esta novedad, eres más consciente del escenario, tiene más presencia, porque en lugar de ir directamente al punto de ruta exacto de cada misión deberás adivinarlo mediante pistas. No son directrices complicadas, y crean un pequeño acertijo que da mucho juego. Y mira, si así te equivocas de lugar estarás visitando zonas opcionales sin que parezcan recados cutres.
Crea un perfil específico de luchador Con estos ingredientes y confiando en una historia que sabe mantener la atención, yo estoy consiguiendo disfrutar más de Assassin’s Creed Odyssey que de Origins, y hablo de un juego que me encantó y con el que me perdí decenas de horas. Quizás a ti también te sirve, sería una pena que te perdieses lo mucho que puede ofrecer esta aventura, solo porque te cueste entrar en ella por parecerse tanto a su antecesor. ¡Feliz viaje!
Assassin’s Creed Odyssey tiene tres ramas de habilidades: caza, combate y asesinato. Lo más útil es tener un misthios equilibrado que aprenda de todas ellas, pero si quieres que las cosas se pongan verdaderamente interesantes oblígate a comprar habilidades de un único árbol. Tener ventajas específicas te obligará a jugar de una determinada manera, porque es algo que a su vez te hará tener limitaciones concretas en el sigilo, el combate o el ataque a distancia. Depende de lo que elijas. Con esto se consigue una experiencia más exigente y radicalmente distinta -y rejugable- dependiendo de qué elijas.
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