Con el Black Friday nos la han vuelto a colar

Oh, Dios, Mío, menudo locurón con el Black Friday. Apenas cuatro gritos el año pasado y de pronto, pum, toda la maldita comunidad empresarial española y multinacional dippeando o mojando un pico de pan en esa fastuosa salsa culinaria hecha a partes iguales de clientes potenciales, sueños rotos, tarjetas de créditos y huchas de cerdito a las que llegó su San Martín. 

Menuda chufa

No había pasado la semana y ya las primeras voces empezaban a avisar que la cosa no iba a ser tan jauja como al otro lado de la frontera de los picoletos: Un Media Markt España que demostraba que elos no son tontos (ni lo han sido en su puta vida) subiendo hasta un 25% los precios de su mercancía para luego bajarlos un 20 el Black Friday, un Amazon España -conchabado según las malas lenguas con las jugueteras- con unos precios que de pronto bajaron vertiginosamente hasta un 30% para luego, en dos horas, recuperar el precio antiguo y subir un 20% más respecto a jugueterías de la competencia; y lo mismo podría decir de Pandora España, Worten España y las mil empresas y sucursales patrias que han pensado que esto del Viernes Negro es algo así como una barra libre al riñón de los clientes a cambio de poner unos carteles y adornarlos con la frasecita anglosajona de marras. 

Tampoco los videojuegos se han librado de la broma de un Black Friday que de tal sólo tenía el nombre, y salvando la excepción de Steam, GOG.com y demás plataformas que beban directamente de ofertas extranjeras, la situación ha sido un poco de pena con un Black Friday que ha ofrecido juegos que ya estaban rebajados con unos míseros descuentos adicionales e incluso, en ocasiones, títulos que han visto incrementar su precio de cara a la promoción: Lo que pasa cuando no hay un autridad ni una normativa que regule estas cosas y sí mucha poca vergüenza y ganas de aprovechar el tirón. 

¿Cómo os ha ido el Black Friday?

A mí, la verdad, me ha ido cojonudamente bien y, a la vez, de pena. Cojonudamente bien en cuanto he podido conectar con plataformas extranjeras y aprovechar sus ofertas en sitios como Pandora Europa, Etsy o incluso PCcomponentes, en las que he podido comprobar que sí, las cosas iban como debían y me han ahorrado una pasta de cara a futuras compras. 

De pena, porque todo lo que esperaba de esta promoción en consolas se ha visto reducida a hacerme con Back to the Future: The Game a 15 pavos. Un juego de hace 5 años, digital, brusco, sin traducir ni doblar al español y con textos en correctísimo alemán, francés e inglés, por 15 pavazos... Una gran oferta, sin duda, léase la ironía.

Aquí nadie es tonto

Y está claro que cuando se realizan promociones como éstas es porque al final le sale rentable al empresario. Llámalo Black Friday, llámalo Lunes sin IVA, llámalo 8 Días de Oro o llámalo como te dé la gana. Al final todo se reduce a hacer que el menos agraciado económicamente se siento poderoso a base de colarle stock, sacarle productividad a lo viejo, meternos tecnología obsoleta aprovechando la marca que adorna la carcasa y usar ofertas ganchos de esas que, uy, acaban de agotarse pero bueno, si buscas eso a lo mejor te interesa esto, no es tan potente... y es un poco más caro, pero total...

Supongo que hay que verle el lado positivo: Al menos no estamos en Estados Unidos. Al menos aquí todavía no han convertido el Black Friday -ese Viernes Negro que suena a catástrofe económica y gente saltando de los edificios-, en un coliseo en el que ver al pueblo matarse a golpes por un DVD de hace diez años a 9,99 mientras los de arriba ocultan la risa haciendo el paripé y llevándose las manos a la cabeza con lo mal que anda el mundo. Lamentablemente todos sabemos que es sólo cuestión de tiempo que lleguemos a eso.  

¡Nos leemos!