¿Comprar Destiny 2 en consolas o esperar a PC?
Destiny 2 ya asoma la cabeza. La secuela de uno de los juegos más caros de la presente generación llega con mucho aprendido, después de realizar experimentos en su escala de poder, de descubrir qué expansiones funcionaron y cuáles quedaron condenadas al olvido. Sobre el papel, Bungie sabe qué cartas le dan la combinación ganadora.
Una de las grandes novedades de este lanzamiento es su salto al mundo de los PC, un port que viene con más pros y contras de los que cabía esperar en un principio y algo que, sumado a que hablamos de un juego en continua expansión, nos lleva a considerar seriamente por qué versión apostar. ¿Compramos Destiny 2 en consolas o esperamos al PC?
Ventajas de comprarlo en consolas
La más evidente es que podremos disfrutar del juego a partir del 6 de septiembre y catar todo lo que trae de lanzamiento, lo que a su vez abre la puerta a otras virtudes. Ser partícipe de los primeros pasos de un juego como este es un valor añadido en sí mismo que entenderán aquellos que hayan hecho lo propio con el primer Destiny; ver crecer al juego y a ti con él es una de las cosas que lo hacen tan bueno, pero no solo de esto se vive. Todo apunta a que el grueso de la comunidad se concentrará aquí, un volumen de jugadores que en el caso de PS4 podrán disponer de contenido exclusivo (sets de armadura legendaria, acceso al modo Venganza al asalto Lago de sombras) hasta 2018. La última ventaja es un ingrediente típico en estos casos: las versiones de consolas suelen dar menos problemas al basarse en infraestructuras cerradas, solo toca preocuparse de comprar el juego e instalarlo.
Ventajas de comprarlo en PC
Si esperáis hasta el 24 octubre, la vuestra será una versión sin costes extra en el multijugador, esencial en Destiny 2. Jugarlo en consolas supone ser suscriptor de Xbox Live Gold y PlayStation Plus (un servicio más caro desde este mes), mientras que en PC es algo que todavía se mantiene libre de gastos, toquemos madera. Por otro lado, disfrutaréis de las bondades del cliente Battle.net de Blizzard, que se encargará de mantener vuestra partida subida a la nube. También hay que tener en cuenta que os encontraréis con un juego con casi dos meses de recorrido, por lo que el equilibrio será mejor y los posibles bugs (sin contar los que sean exclusivos del port) serán menos. Por último, y no menos importante, si contáis con una buena máquina podréis jugar a una versión muy superior gráficamente; jugaréis por encima de las 30 imágenes por segundo a las que estará bloqueado el juego en consolas, incluso en PS4 Pro y Xbox One X.
A grandes trazos, estas son las diferencias entre apostar por una u otra opción. Luego hay aspectos como el del control adaptado al ratón y el teclado, algo que no necesariamente son pros ni contras y que corre a gusto de cada uno. Si el juego merece la pena es algo que sabréis pronto en esta santa casa, guardianes.
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