Competiciones desde casa: Un modo de juego muy positivo

El pasado domingo jugué mi primer torneo de Hearthstone. Me pegaron una paliza. Sí, sí, una soberana paliza. Pero fue divertido. ¿Está despertando en mí algún tipo de masoquismo? No, no me refiero a que sea divertido perder. Es divertido competir de esta manera. Hace poco más de dos semanas me registré en la página web de la Liga de Videojuegos Profesional. Esta gente está trayendo bastantes cositas interesantes a España, ya lo pudimos ver en Gamergy, pero no sólo de profesionales viven los juegos.

 

Tanto la LVP como ESL organizan siempre eventos ambientados al mundo de la competición, pero los jugadores de andar por casa empezamos a cobrar más importancia en ellos, y también desde la comodidad de nuestra habitación, sofá, despacho, donde sea que juguemos. Como ya os he dicho, me apunté a un torneo de Hearthstone y, a pesar de mi fracaso absoluto, voy a repetir. Cada día, cada semana, estas dos marcas de eSport tienen preparado algo para nosotros. Y no sé vosotros, pero para mí, ésta es una forma muy divertida de seguir jugando a los juegos online de siempre.

 

Se trata de una manera de romper la rutina jugando a otro nivel. Antes, entraba en Hearthstone, cumplía las misiones y se acabó. Ahora tenemos las Peleas de Taberna, algo que ha otorgado al juego de cartas de Blizzard una nueva perspectiva. Pero los torneos de los que os hablo son también otra manera de verlo. Y no sólo Hearthstone, también he probado los 1vs1 en League of Legends, y estoy empezando a crear equipos para participar en los torneos de 5vs5. Pero, ¿para qué, si los voy a perder todos? Hay varias razones. La primera y más avariciosa es la de los premios. Normalmente lo único que te llevas en la LVP (y hablo de ésta porque es en la que me he metido) son PEX, lo que podríamos calificar como puntos de experiencia. Ganas PEX por cualquier cosa, hasta perdiendo, y se pueden canjear a veces por premios, pero generalmente por tickets para el sorteo que tú elijas. No obstante, también hay copas y torneos especiales con premios más suculentos: accesorios, hardware, cascos, dinerito para el LoL...

 

No obstante, no soy una persona tan materialista. No tanto. Por lo que me quedo con la otra recompensa: El factor humano. Siempre me he quejado de la comunidad española en los juegos online, y no sin razón. Insultan, trollean, adoptan una actitud por lo general muy infantil... Una joyita, vamos. En cambio, una vez entras a este nivel de juego, la cosa parece cambiar. Sí, gilipollas habrá siempre por todas partes, incluso cuando bajas a comprar el pan. Pero, por lo general, he tenido mucha suerte. Parece que la gente se toma en serio esto de los torneos, y los niños rata del LoL o de Hearthstone (lo dicho, nombro estos dos porque son los que he jugado por esta vía) no son tan ratas. He jugado contra gente muy amable y muy simpática, jugadores que al verme fallar estúpidamente, me han dado consejos y me han apoyado a pesar de ser mis rivales (y sin saber que soy una chica, ojo, no empecemos con eso).

 

Estos campeonatos “de andar por casa”, dinámicos, de corta duración y entretenidos, me han ofrecido una nueva visión de juego, además de la posibilidad de crecer como jugador. No digo que vaya a llegar algún día a la Challenger Series gracias a esto, pero que se coge bastante experiencia está claro. De hecho, en una hora aproximadamente, voy a jugar un torneo con mi equipo de League of Legends. Somos unos mataos, pero, quién sabe, lo mismo me llevo algo. El otro día os recomendaba ver jugar a los profesionales. Hoy, en cambio, quiero que seáis vosotros los que os convirtáis en profesionales. De verdad, si estáis cansados de jugar online, si os estáis empezando a aburrir, es el momento de apuntarse a alguna cosilla de éstas. Y si lo hacéis, avisadme, hombre, que lo mismo podemos formar equipo y acabar en la Primera División de algún juego. Por soñar, que no quede.

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