1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

Cómo retrata Bloodborne a sus mujeres

Lo bueno, lo malo y lo oscuro
Por Bruno Louviers

¿Recuerdas, Sally, cuando te dije que el texto del otro día sobre Bloodborne iba a ser mi último texto sobre el juego? Te mentí. 

 

 

Y tras esta siempre pedagógica escena de Commando, os cuento: resulta que me encanta cómo Bloodborne refleja a las mujeres, o al menos, a una parte de ella. Es justo lo mismo que me pasaba con los anteriores Souls: introducen a mujeres como si nada, sin excusa alguna y como una parte integral más del mundo, incluso si sus funciones recaen muchas veces en los típicos oficios o tópicos del sexo femenino.

 

Sí, hay monjas que se sacrifican, demonios atrapados en cuerpos de mujeres que empleas para tus propios fines, diosas con las tetas grandes que te sonríen y dan un objeto...pero también una guardiana que era tu aliada hasta que perturbaste su mundo y que resulta ser una temible, temible adversaria, una Mefistófeles que trabaja a tus espaldas y se ríe en tu cara, una Cazadora de Cazadores que plantea uno de los duelos más complicados de todo Bloodborne... Y podría seguir.

 

99300maxresdefault

Como te descuides, esta mujer te destroza el Nexo

 

Efectivamente, hay un equilibrio incómodo. Cuando en Bloodborne (OJO, SPOILER MENOR), Gehrman te deja caer que puedes usar la muñeca para hacer lo que te apatezca, y recalca en voz baja, LO QUE TE APETEZCA, te da una noción odiosa de cómo es el mundo en el que habitas. Esto, sin embargo, choca con el simple hecho de que la muñeca es el perrsonaje que canaliza tus ecos de sangre y que te ayuda a subir de poder, es una mujer poderorísima, como lo eran la Dama de Negro de Demon's Souls o la Heraldo Esmeralda en Dark Souls II. 

 

Son mujeres con poder al servicio de otro y creadas por hombres. Una visión pesimista, sin duda, y que no es precisamente sutil. Desde luego, está lejos de ser una caracterización positiva, pero es asombrosamente creíble y factible, a diferencia de esas otras protagonsitas a las que retratan casi desnudas y que se supone que son poderosas e importantes pero cuya caracterización dejan mucho que desear y apuntan más bien a lo que los Souls retratan abiertamente. 

 

Así que sí, las mujeres de los Souls están oprimidas pese a tener poder, claro que hay otras que desde luego son muy libres de hacer lo que les dé la gana, ya sea buscar a su hermano perdido y condenado (como hace Lucatiel de Mirrah), hacerse pasar por la típica monja insulsa pero ser una asesina sedienta de sangre en el fondo (Licia de Lindeldt) o ser la sombra detrás del hombre y quien realmente maneja los hilos, como hace La Reina Nashandra de Dark Souls II. 

 

99301Nashandra Close Up

I'm sexy and I know it

 

Así que aún sin ser un juego feminista y que luche por la representación de la mujer, de Demon's Souls a Bloodborne, veo una tendencia simplemente de aceptar a la mujer como una más, algo que cuesta horrores a casi todos los videojuegos: o esa mujer es un interés sexual o es una madre/hermana/novia a proteger o es una lolita semidesnuda o algo peor, sobre todo si hablamos de algo que provenga de Japón. Ciertamente, en este sentido, sobre todo para ser japonés, los Souls son también revolucionarios.

 

Y caray, aunque solo sea por variar y no sea el ejemplo perfecto: me gusta confundirme al identificar el género de un personaje porque es algo atípico, porque siempre hay una obsesión por hacer a la mujer absurdamente sexual. Bloodborne tiene una puta (ella misma se identifica así, qué horror), pero tiene un rol muy especial y un trasfondo único e expansivo. ¿De qué otro juego podría decirse algo así? ¿Qué otro juego te puede hacer sentir piedad o respeto por una prostituta, que todo el mundo retrata siempre como algo de usar o tirar en lugar de como un ser humano más?

 

En fin, viva Bloodborne y vivan los Souls. Y muerte a sus críticos, que por aquí hay muchos.


<< Anterior Siguiente >>