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Cómo Ori and the Will of the Wisps incrementa su dificultad con los coleccionables

Las recompensas por habilidad
Por Julián Plaza

Aunque los metroidvania siempre han tenido una curva de dificultad bastante adaptable a los deseos del jugador, la de Ori and the Will of the Wisps es especialmente interesante. Como decía, es algo intrínseco en su género, aunque lo es de una manera más relacionada con las zonas secretas de difícil acceso, los jefes opcionales especialmente complicados o los coleccionables muy bien escondidos. El juego que hoy nos ocupa se complica con estos últimos, aunque de una manera bastante peregrina. 

 

Este nuevo Ori tiene muchísimos power-ups escondidos en cada zona. Acostumbran a ser piezas de energía o vida que, acumuladas, incrementan cada indicador, y el juego nos lo pone fácil para identificarlas. A veces basta con pasar cerca de las mismas para que aparezcan en el mapa, pero incluso sin eso contamos con la opción de comprar mapas que las resaltan para que lo complicado no sea encontrarlas, sino alcanzarlas. Ahí radica lo interesante, en cómo el juego se las ingenia para que cada una esté compuesta por una pequeña prueba de agilidad, y algunas son bastante enrevesadas. 

 

Ori and the Will of the Wisps

 

Hay piezas de vida y energía que nos obligan a combinar el salto con la esquiva, o que nos fuerzan a utilizar los proyectiles enemigos como trampolín -¡o incluso como arma para derribar paredes!-, y también las hay que requieren atravesar pequeños circuitos de wall-jump más enrevesados que de costumbre (algunos a contrarreloj), entre otras variantes. Ori and the Will of the Wisps no es un juego al que se le acaben las ideas, entre otras cosas porque amplía constantemente el set de habilidades y eso le permite ofrecer retos concretos y siempre diferenciados. 

 

La gracia de lo dicho, como anticipaba al inicio del texto, es que en la gran mayoría de los ejemplos comentados se requiere un extra de habilidad, de tino y de maestría para lograr cada power-up. Tomar cada una de estas pequeñas desviaciones en el camino es, también, asumir retos con un pico de dificultad mayor. Conseguir cada desbloqueo es más gratificante que de costumbre precisamente por eso, porque nos permite reafirmar que dominamos las mecánicas del juego a la perfección. Son como una prueba de aptitud. 

 

Ori and the Will of the Wisps mapa

 

Ori and the Will of the Wisps hace muchas cosas bien y algunas no tanto -por ejemplo, el mapeado de habilidades, llegados a cierto punto, amontona muchas en los mismos botones-, y sin duda uno de sus aciertos es convertir los power-ups en retos que se sienten, al final, como recompensas por dominar el juego. Es tan satisfactoria su bonificación como llegar a ellos, y lo que es dos veces buenos debe aplaudirse. 


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