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Cómo ha cambiado el videojuego en 2017

Las efemérides del año
Por Julián Plaza

Antes de descorchar el champán y abrir el turrón, es habitual hacer un repaso a lo que los últimos doce meses han dejado tras de sí. Qué nos llevamos, qué se queda. En lo que a nuestro mundillo se refiere, el ritmo ha hecho lo opuesto a detenerse y en muchos caminos se han dado virajes dignos de salirse por el arcén. Es momento de preparar uno de los cócteles de Rafa, acomodarse y ver qué ha supuesto 2017.

 

Empezando por la industria, las sacudidas han sido más fuertes que de costumbre. La fórmula de las aventuras de mundo abierto ha encontrado un equilibrio; no se publica tanto pero se lanza mejor, ofreciendo joyas como The Legend of Zelda: Breath of the Wild o Horizon: Zero Dawn, el segundo desarrollándose en un estudio que se estrena en este tipo de obras. No es algo que vaya a quedarse en anécdota: Playground Games, la gente de la serie Forza Horizon, también apostará por lo mismo en su próximo proyecto. Mismamente, es un género que exige unos tiempos flexibles, y cuando no se tienen ocurren cosas como el polémico desarrollo de Mass Effect Andromeda. BioWare sale de él con cicatrices, y la confianza en Anthem no es la que muchos querrían ni mejora al seguir acumulándose la fuga de talentos.

 

Aloy

 

Siguiendo con lo editado por Electronic Arts, hemos atendido al desmantelamiento de Visceral Games y la consecuente cancelación de su Star Wars para un jugador. La crítica resultante ha adoptado muchas caras y colores, e incluso estudios como Bethesda han tomado parte en la defensa de esas experiencias promoviendo el hashtag #SavePlayer1. La apuesta por la filosofía del juego como servicio ha demostrado su peor cara con la consolidación de las cajas de loot, Star Wars Battlefront II se ha llevado los palos más gordos y seguramente sea en vano; parece un formato llegado para quedarse. Con respecto a las personalidades hemos visto cómo Peeter Moore deja el videojuego por la Premier League y a Andrew House despidiéndose de PlayStation. En España cabe destacar un adiós más doloroso: el fallecimiento de Rafael Martinez, director general de Nintendo Ibérica desde 2015 y miembro ligado a la compañía desde 1993.

 

En lo que al videojuego se refiere, es difícil saber por dónde empezar. La sorpresa del año tiene un nombre largo y feo, PlayerUnknown’s Battlegrounds, y lleva bajo el brazo el debate del juego anticipado y su valoración junto al resto de juegos. Los indies siguen rebosando calidad, hasta el punto de que se empieza a establecer un punto intermedio entre la obra de gran presupuesto y el desarrollo independiente con Hellblade: Senua’s Sacrifice como denominador común. Por otro lado, propuestas como el shmup arcade no cuentan con el público que querrían sus creadores, y estudios expertos como Housemarque anuncian un futuro desligado de ellos. En la otra cara de la moneda, grandes nombres como Assassin’s Creed, Ghost Recon, Resident Evil, Destiny, Call of Duty o Wolfenstein han vuelto a serlo, y en nuestra casa podemos sacar pecho con desarrollos patrios como RiME, Raiders of the Broken Planet o Metroid: Samus Returns.

 

PUBG


Saltando a las consolas, se ha confirmado que estamos en la generación más indefinida de todas con una Xbox One X que viene a competir contra una PS4 Pro con poco más de un año; Sony y Microsoft volviendo a tirar de músculo pero anclando su catálogo al de máquinas lanzadas en 2013. Los exclusivos de los nipones siguen pesando, aunque el contraataque de los de Redmond -y el acomodamiento de Sony al subir el precio del Plus sin motivo aparente- puede ser interesante: un Xbox Game Pass que ofrece un centenar de títulos mediante una suscripción razonable y un catálogo retrocompatible. Hoy no hay línea de meta, las máquinas actuales podrían alargar la octava generación hasta finales de década con relativa comodidad. Es una realidad que favorece a un nuevo agente llegado el 3 de marzo, el hardware más destacado del año.

 

Lógicamente hablamos de Nintendo Switch, la máquina que ha revitalizado la confianza comercial en Nintendo, un dispositivo que ya acumula 10 millones de unidades vendidas y que va a ritmo de superar a Wii U en su primer aniversario. Un concepto híbrido que ha funcionado, un catálogo en continuo crecimiento y un precio competitivo han sido los tres pilares de la gente de Kimishima, y parece que el edificio es sólido. La lista de terceros desarrolladores que se animan a acompañarla sigue creciendo y, aunque parezca difícil, su horizonte se antoja más prometedor que un presente en el que Zelda y Mario han dejado una fuerte huella. Un tercer Bayonetta, Metroid Prime 4, un Pokémon troncal y la esperanza de un camino que no se recorrerá en solitario son muchos motivos para sonreír.

 

MP4

 

2017 también ha sido el primer cumpleaños de la VR, una tecnología que todavía no es de alcance doméstico y que todo apunta a que lo será de las manos de PlayStation. Estos últimos doce meses también han supuesto un paso hacia adelante en la figura de la mujer protagonista, algo con lo que todas y todos ganamos. Seguimos teniendo espacio para creadores como Yoko Taro, disfrutamos del potencial creativo de Kojima y, a la par, seguimos esperando saber qué haremos en su próxima obra. Hemos presenciado la ceremonia más decente de los Game Awards (aunque no haya prescindido de su momento vergonzoso de rigor) y el fracaso del padre de Gears of War con Lawbreakers, el segundo intento fallido de desbancar a Overwatch.

 

Resumiendo, la etapa de transición que se antojó a finales de 2016 se ha llevado a cabo, aunque seguramente ha sido más sonada y directa de lo esperado. El año que viene los lanzamientos volverán a estar por delante de las máquinas, y promete ser uno muy bueno teniendo en cuenta que llegarán cosas como Kingdom Hearts 3, Red Dead Redemption 2, Detroit o God of War. Gracias a vuestro apoyo, ahí estaremos para comentar qué nos parece todo lo que vaya llegando. No parece que vaya a ser poco.


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