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¿Como funcionará la retrocompatibilidad de PS5? La mejora no está implícita en la next gen

Miedo por los transgeneracionales
Por Rafa del Río

Hace un par de días, coincidiendo con el InsideXbox de abril, Wired desvelaba algunos datos sobre la próxima y esperada Playstation 5. La información de la mano del propio Mark Cerny, máximo responsable de la arquitectura de PS5, nos hablaba de algunas cosas que ya imaginábamos como el aprovechamiento de la tecnología Ray Tracing, alguna sorpresa como el uso de disco duro sólido -SSD-, un poquito de humo a 8K y la noticia esperada: la retrocompatibilidad.

 

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Retro retro com pa ti bi li dad

No voy a meterme en 'fregaos' acerca de la decisión del uso de SSD, que ya comantásteis de lujo hace un par de días en el estupendo artículo de maese Julián, ni en la fantasmada de los 8K, que son como la promesa de 1080p 3D de PS3 y los 4K a 60 fps de PS4 -y Xbox One-. Tampoco voy a hablar del Ray Tracing ni me voy a poner estupendo con lo importante que se ha vuelto la retrocompatibilidad cuando hace poco se decía que no valía para nada. Ni siquiera voy a tirar de hemeroteca para hablar de lo que pasó en el pasado con una consola retrocompatible que se capó para poder aumentar la venta de juegos retro. 

Na.

Aquí hemos venido a hablar de retrocompatibilidad y lo que esta significa, así como de la diferencia entre retrocompatibilidad vía software y retrocompatibilidad vía hardware, un asunto interesante que no debemos pasar por alto y que afecta a temas tan interesantes como el catálogo de juegos compatibles, sus limitaciones, su rendimiento y su aspecto en la nueva consola.

 

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¿Por software o por hardware?

Por resumirlo mucho, si la retro es por software, como sucede actualmente con Xbox One, hace falta un trabajo previo de adaptación por parte de las compañías, así como una conexión a internet para la descarga del juego adaptado a la nueva plataforma directamente en nuestro disco duro, tengamos el juego en disco o no. Como efectos negativos, no todos los juegos serán retrocompatibles hasta que no se haga el trabajo de adaptación y necesitamos internet para descargarlo, si bien no hace falta ni suscripción de pago ni conectividad 24h para jugar una vez instalado. Como efectos positivos, la posibilidad de mejorarlos es ilimitada, llegando a casos como los recientemente anunciados Fable II y Fable III que, tras ser mejorados para Xbox One, han sido mejorados aún más para Xbox One X aumentando resolución, efectos, luces y sombras, tasa de animación y un estupendo etcétera. 

 

Si por el contrario la retrocompatibilidad es por hardware, esto significa que basta con introducir el disco o descargar de nuevo el juego ya comprado en la anterior generación en la tienda digital para que éste funcione sin necesidad de trabajo de ningún tipo por parte del desarrollador o la compañía. Como efectos negativos, el rendimiento puede ser irregular, el juego no mostrará mejoras respecto a la mejor versión de su anterior generación -PS4 Pro en el caso de PS5- y no todos los títulos funcionarán al 100%. Como efectos positivos, el catálogo retrocompatible será enorme desde el principio, no deberíamos necesitar conexión a internet para jugar directamente desde el disco, y la compatibilidd es inmediata. 

 

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¿Qué podemos esperar?

Mucho me temo que por lo que ha comentado Mark Cerny acerca de la arquitectura de PS5 respecto a la de PS4, todo parece apuntar a que la retrocompatibilidad de PS5 será por hardware, un sistema que, también me temo, será igual en la próxima Xbox Scarlett dejando por el camino las grandes mejoras vistas en los juegos de Xbox y Xbox 360 en Xbox One. Llevado sobre el papel, esto significa que PS5 ofrecerá los juegos de PS4 con un rendimiento similar al de PS4 pro, mientras Xbox Scarlett tendrá su estándard de calidad retrocompatible en Xbox One X.

 

De primeras no debería ser un problema, y bendita sea la retrocompatibilidad aunque sea a casi 4K. Lo que sí es un problema, o puede serlo, es el catálogo de juegos transgeneracionales que saldrán al mercado. Unos más que seguros The Last of Us Part II o Ghost of Tsushima que tendrán, es de esperar, rendimientos muy distintos en PS4 y PS5. ¿Mejorarán de forma automática estos títulos al meter nuestro disco de PS4 en PS5? ¿Descargarán de forma automática la versión PS5 del juego en la nueva consola, o tendremos que comprarlo dos veces como ya sucediera con el primer The Last of Us si queremos tener la mejor versión en la próxima generación? Como alguien que lleva esperando desde 2013 la continuación de la historia de Ellie me cabrearía, y mucho, tener que volver a pasar dos veces por caja como ya tuve que hacerlo a principios de generación. Ojalá en Sony mediten sobre este asunto de cara al año que viene, puede marcar la diferencia en el próximo campo de batalla y acercarles a la victoria o a la derrota. Pase lo que pase, lo indiscutible es que la competencia de esta generación nos ha venido bien como usuarios: retrocompatibilidad para todos, y a disfrutar del videojuego.

 

¡Nos leemos!


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