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Cómo disfrutar de Mass Effect Andromeda

Sin prisas
Por Julián Plaza

Mass Effect tiene fallos, sin duda. Justo ayer, Álex comentaba lo difícil que resulta disfrutar de la exploración cuando no tienes un minimapa, una de aquellas cositas que la franquicia viene arrastrando desde siempre y que parece mentira que todavía no estén solventadas. En muchos sentidos, Andromeda me recuerda a la primera toma de contacto con el original de 2007. Fue un principio difícil, tosco.

 

Por mucho que nos hayan vendido el título de 2017 como el acercamiento más comercial de los cuatro, seguimos estando ante otra producción que hace poco para picarte el gusanillo si vienes de fuera, si quieres saber por qué razón gustó tanto la trilogía original. Es algo que seguramente no logres comprender solo con Ryder y su tripulación -para eso hacen falta otros dos juegos-, pero puedo ayudarte a saber exprimir el juego como se merece, en el caso de que las críticas negativas no te hayan echado atrás.

 

Ryder

Ryder merece una oportunidad

 

Lo primero que debes entender de Mass Effect Andromeda es que, como en el resto de entregas, es un videojuego que requiere un punto extra de interés por parte del jugador. A finales de 2016 comenté que me cuesta leer en los videojuegos y resulta que me olvidé mencionar la excepción que confirmaba la regla. Me gusta leer en Mass Effect. Un tercio de la experiencia la sacarás revisando el correo electrónico o perdiéndote en el Códice, leyendo las actualizaciones de cada misión, el informe de los miembros de la tripulación, la historia de las razas que pueblan el universo. El conocimiento es poder y, en este caso, más diversión.


Es una información que te permitirá identificar los matices en cada conversación. Entender que las asari tienen un comportamiento determinado en función de su edad, que los salarianos hablan y piensan rápido debido a un metabolismo acelerado que, también, les acorta la esperanza de vida, que los Krogan hacen frente a un virus que controla su crecimiento demográfico... entender cómo funcionan tus compañeros desde el punto de vista biológico y político le hace ganar enteros a la experiencia.


Jaal

Jaal, de la nueva raza, es un personaje muy interesante

 

Por otro lado está la crew. Recomiendo con creces que tras cada misión pierdas unos minutos en la Tempest conociendo más a tus compañeros de armas (olvídate de los romances, existen pero no son lo importante); es gente que se ve afectada por cada nuevo episodio de la historia, personas con sus dudas y motivaciones con las que quizá entables una estrecha relación de amistad. Son lazos que se forjan con el tiempo, como debería ser, y que si se materializan nos premian con una exploración por territorio inhóspito mucho más agradecida.


Es importante que te metas en el papel. Que de verdad te creas la/el comandante de la Tempest, que te preocupe tu tripulación y que te preguntes qué tipo de líder quieres ser. Si consigues pasar sesiones enteras sin pegar un solo tiro estarás por el buen camino, sobre todo no te dejes llevar por un principio en el que tu tripulación te puede dar igual, no entiendas bien qué ocurre ni por qué hay tanto diálogo. Eso mismo pensaba yo hace diez años, pero terminé cambiando de opinión.


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