Cómo dar con el narrador perfecto
En locución y especialmente en doblaje, existen muchísimas técnicas para ser el mejor en lo que haces. Pero si la materia prima no te acompaña, de nada te sirve saber respirar y pronunciar como todo un profesional. A veces una voz lo es todo en un personaje. No se trata de tener una voz bonita, sino una voz con carisma, una voz que transmita todo lo que tiene que transmitir. Una voz con magia. Sólo así puedes permitirte meter un narrador en el juego.
La figura del narrador se vuelve indispensable en juegos en los que el protagonista no abre la boca salvo para decir “Ah” (Hola, Link. Ya, a ti no te hace falta un narrador, pero tú es que molas demasiado), ya que todo el carisma que el personaje principal pueda aportar queda únicamente en manos de su físico y sus habilidades. Ahí es donde entra ese personaje que está pero no está, esa voz que nos dice qué debemos hacer y qué no. O que simplemente cuenta la historia que tenemos que conocer. En algunos casos puede pasar desapercibida, en otros es el centro de todo.
GLaDOS, odiada por nadie, querida por todos. Para su desgracia. La madre de todos los “narradores”. Más que un narrador, GLaDOS es la encargada de llevarnos de prueba en prueba por todo Aperture Science, sin que olvidemos que somos idiotas y que nadie nos quiere. Bueno, eso es cuando avanza un poco nuestra relación con ella. Al principio sólo quiere hacernos una tarta. Entonces, si la pobre sólo nos dice qué debemos hacer para no ser asesinados por esas adorables torretas, ¿cómo consigue conquistarnos e inquietarnos a la vez? Aquí la magia de la voz no afecta demasiado debido a los arreglos tecnológicos, por lo que GlaDOS tenía que dar uso a su carisma, cosa en la que Valve supo ayudar muy bien en forma de guión.
Ella es la prueba del interés que puede despertar en nosotros un personaje que no sale en el juego o, como en su caso, no sale hasta el final. Algo que vuelve a repetirse en Portal 2, con la voz de Cave Johnson odiando a Black Mesa en todo momento. Resulta encantador e inquietante tenerlos ahí todo el tiempo, como si estuvieran observando cada uno de tus movimientos (claro que, en el caso de GlaDOS, esto realmente es así). Sin embargo, sin esa presencia, el juego no sería lo mismo. Sí, puedes darte cuenta de que algo raro está pasando en Aperture Science, pero no te preocupa tanto como cuando la escuchas hablar. Hay juegos que no pueden entenderse sin un narrador, y mucho menos con un narrador sin carisma. Que los hay, por supuesto. Pero hoy estamos aquí para hablar de cosas buenas.
Si GlaDOS es la madre de todos los narradores con carisma, aquellos que prácticamente son la clave y la razón por la que juegas, el padre es Logan Cunningham, más conocido por ser la voz (y qué voz) del Narrador de Bastion. Aquí ya entramos en harina de otro costal, pues, mientras GlaDOS es puro guión, en Bastion, Cunningham nos enamora desde la primera frase, y no porque esta sea una sentencia alucinante. Es su voz. Estamos ante una voz increíble, una voz única, una voz con magia, como comentaba antes. Si de por sí Bastion es un juego que te atrapa nada más empezar gracias a su atractivo aspecto, lo único que le faltaba era un Narrador como éste.
Pero vuelvo a hacer trampa, ya que Narrador es un personaje que sí sale en Bastion. De hecho, desde casi el principio. Claro que en persona no impone tanto como con su voz, y de eso es de lo que estamos hablando aquí. Tenemos a GlaDOS, tenemos al Narrador. ¿Sacamos de ellos cuál es la clave para que un personaje que no sale en el juego, pueda llegar a ser el centro de todo?
Hace poco estuve jugando al Dungeons II, donde también tenemos una figura de narrador. En este juego somos la personificación del Señor del Mal, y controlamos la Mano del Terror, pero debemos escuchar a esa voz que nos dice, a modo de tutorial, para qué sirve cada cosa. Claro que, al igual que GlaDOS, este narrador te insultará sutilmente si no te das prisa a la hora de cumplir las misiones y objetivos que la mazmorra/hogar del Señor del Mal requiera. En este caso, en español, tenemos una voz divertida, con carisma, aunque no llega a los niveles de Cunningham (nadie puede llegar a ese nivel, salvo el gran Constantino Romero, en paz descanse), y eso es lo que necesita este tipo de personaje: Ser divertido, ser carismático y ser, si puede, ligeramente cruel con el protagonista. Que nos obligue a cogerle cariño de una manera o de otra, que se nos vuelva indispensable, que lo echemos de menos cuando falte. O que nos sintamos perdidos si no está, como en The Stanley Parable.
Elegir al actor de doblaje adecuado para el puesto tiene que ser una ardua tarea. Si Cunningham no hubiera tenido semejante voz, Bastion habría sido un juego como otro cualquiera. Un juego alucinante, pero dentro del montón de alucinantes. Una suerte que no fuera así, y que supieran elegir a la persona perfecta para la narración. Que, por cierto, en Dota 2 está la opción (si te toca) de tener a El Narrador de Bastion como comentarista de las partidas. Muy recomendable. Pero, una vez ya tienes elegido al actor, ¿ahora qué? ¿con esto basta? Pues después de todo lo que os he soltado aquí, creo que podemos decir que la combinación exacta para crear el narrador perfecto es: La voz, el carisma, la interpretación, el humor y el toque sarcástico-cruel. Y si eres GlaDOS sólo necesitas una tarta.
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