Commander 85 es original pero también muy frustrante
Commander '85 es un juego con buenas intenciones. Somos un crío en los años 80, hay un misterio que resolver y nuestro entorno está repleto de referencias a esa época. Aunque, siendo justos, no son los 80 de verdad, son los años 80 que hemos reimaginado en 2020: música que parece sacada de Stranger Things, devoción por películas y discos cuya adoración llegaría más tarde, y una infancia que parece guionizada por Steven Spielberg. Hasta aquí, todo bien. No seré yo al que le moleste la reimaginación de nuestro pasado reciente. Este no es el problema de Commander '85, sino su planteamiento.
En las películas de aquellos locos años, estaba muy de moda el perfil del niño hacker. Existía la idea de que un crío con un Atari o un Commodore podía hackear la NASA o evitar un conflicto nuclear. Y eso es, más o menos lo que hacemos. Nada más empezar el juego se nos pone a los mandos de un Commander '85, un PC que funciona con algo parecido a MS-DOS. Tenemos que introducir comandos para que la historia avance, interaccionando mínimamente con otros elementos de nuestro entorno. El ordenador en sí también tiene su puntito de mágico. Es uno de esos cacharros que iniciaban esas películas locas de la época, como un Gremlin o una planta carnívora con tendencias caníbales.
Lo primero que nos pide el ordenador es hackear la base de datos de nuestro instituto, y… por decirlo sencillamente, intentar conseguirlo ha sido la experiencia más frustrante que he jugado en mucho tiempo. No es que el planteamiento no sea simpático, pero el juego pone muy poco de su parte para explicarte bien lo que tienes que hacer. Commander '85 te ofrece el control realista y opaco de estos sistemas. Apenas hay un par de recursos para saber qué hace cada comando o cómo reacciona entre ellos. Es casi todo prueba y error.
He acabado tremendamente frustrado jugando a este juego, peleando por avanzar mínimamente, equivocándome y no teniendo muy claro cómo retroceder tras cada error. Creo que Commander '85 puede gustar a los apasionados de la retroinformática, a los que adoran trastear con estos equipos o a los que sepan abrir el cmd de un PC sin desesperarse; pero no es un juego amable, no guía bien y es tremendamente opaco para mal.
Por ello, no puedo recomendar Commander '85 salvo en estos casos concretos. Su punto de partida es original, pero ojalá el juego se esforzara en enseñarme a manejar su ordenador. Sé que mi personaje sabe cómo hacerlo, pero yo, cómo jugador, no tengo ni la más remota idea de hacerlo. He sudado con este juego. Más de lo que me gustaría reconocer.
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