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Comer pollo en el suelo para recuperar salud

Mecánicas de representación del último recurso antes de la muerte
Por María Emegé

Repasando el Surgeon Simulator 2013 hace un par de días me vino a la cabeza el recurso de la curación en los videojuegos. Más por el concepto del juego que por la labor de hacer sentir mejor al paciente, o simplemente dejarle vivir, porque como bien sabemos el cirujano desquiciado y torpe que controlamos haría igual de bien el trabajo de vendimiar (reventando las uvas a la mínima).

 

La curación es un concepto implementado en tantos títulos que sería imposible enumerarlos todos. Es una parte básica, una obligación desde el momento que estás haciendo daño a otros individuos: matas y te matan. Por lo tanto, es imprescindible que te permitan curarte para seguir con la dinámica del juego. Otra cosa es que te manden directamente a la fosa como parte de la dificultad para jugadores hardcore.

 

Herbs re

 

Algunos títulos nos lo ponen muy difícil. Nos lo permiten, pero disponen pocos elementos en el mapa para hacerlo. Si te quedas sin frascos de Estus en Dark Souls y la hoguera te queda lejos estás perdido. Las hierbas verdes, azules, amarillas y moradas de Resident Evil son recordadas por su escasez y por la alegría que producía poder combinar dos o tres de ellas para aumentar su efecto sanador. Durante años el método de administración de estas hierbas era desconocido, ya que únicamente se hacía uso de ellas en la pantalla de inventorio. En RE 5 la aplicación se hacía con una especie de spray similar al de Primeros Auxilios, otro elemento que aparecía por los escenarios de la saga. RE: Revelations deja consumir la hierbas con un solo botón y en el 6 la combinación antes de la ingesta las convertía en píldoras. Son las píldoras las que mantienen a Max Payne no sólo sano sino cuerdo. Los analgésicos Interfectum en dosis de 600 mg. reducen su sufrimiento y le permiten seguir haciendo uso del tiempo bala….y de sus balas. Otra historia es el alcohol que le vemos consumir en cada cinemática como complemento a su receta médica. La dificultad en algunos juegos para recuperar salud parece haberse convertido en un atractivo debido a lo casual que resulta en muchas sagas, como el hecho de que en Assassin’s Creed puedas llevar 10 pociones encima cuando nunca vas a hacer uso de todas, encontrando galenos para curarnos en todas partes en tres juegos de la franquicia. Por ello la idea de que The Last of Us no vaya a tener recuperación de salud automática y que la única manera de curarse sea con botiquines que escasean, atrae a aquellos que ven el baile con la Muerte como un aliciente y un reto.


La comida. Ese gran recurso, que te permite recuperar salud tomando un plato de fideos en un puesto callejero de Hong Kong, es otra de las maneras que te proporciona Sleeping Dogs para la total inmersión en la cruzada de Wei Shen con los Sun On Yee. En Minecraft una forma curiosa de curarte dista bastante de ese estilo de degustación e investigación cultural: devorar carne  podrida. Se obtiene de los Zombis y recupera la barra de hambre, con el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria, que vacía la barra más rápido de lo normal; a veces es el recurso que queda para que no nos revienten en medio de un vasto circuito de galerías al que difícilmente podremos acceder para recuperar el equipo al resucitar.

 

Una de las dietas de los Belmont consiste en ir encontrando platos de carne escondidos entre los ladrillos del muro del castillo de Dracula, a veces a ras del suelo. El pollo de Castlevania es parte de la memoria de la historia de los videojuegos, al igual que sucede con Final Fight. En este clásico beat em up nos las arreglamos para masticar el pollo que hay en las calles mientras los gansters nos atacan. Esta manera de verse al borde de la muerte deglutiendo como un pavo es muy cómica, si nos paramos a pensar y tratamos de verla desde el realismo. Pero eso no es lo que se buscaba entonces, a diferencia de lo que encontramos en las animaciones de Farcry 2 y 3, por ejemplo. Cuando ves al tipo arrancarse un cristal o sacarse una bala del brazo con un palo los dientes te rechinan. Es curioso como en FC 3 Blood Dragon también te inyectas en el brazo, cuando el resto del juego no tiene nada que ver con el título original.

 

 

En otros juegos el descanso es la recompensa. Una de las opciones es recurrir a una cama, ya sea la de tu casa, la de un hospicio o la de un desgraciado propietario que tiene que ver como decides hacer uso de sus sábanas limpias para recuperar energías. Esto tiene consecuencias en algunos casos, como ocurría en Fable: al dormir en una cama ajena te obligan a pagar una multa, y si no apoquinas te empiezan a perseguir donde quiera que vayas. Este tipo de descanso puede implicar bonificaciones como en Skyrim.

 

SkyrimPotion

 

La alternativa al descanso tumbado es al de mantenerse esperando. De pie, imaginamos, ya que en algunos shooter como Call of Duty recuperas salud al mantenerte fuera del alcance de las balas y dejando pasar un poco de tiempo. Un recurso muy utilizado en el que vemos como la pantalla, tintada en sangre como representación del castigo por habernos expuesto a los enemigos, va recuperando la nitidez y la claridad. En el campo sonoro se dejan de oír pitidos de oídos y latidos acelerados.

 

COD

 

Ya que mencionábamos dos títulos de fantasía épica, no hay nada mejor que una opción o un hechizo de curación (o sumergirse en un manantial como experiencia de recuperación mística) para ayudar a los compañeros desmayados en Dragon’s Dogma, por citar uno reciente, aunque es la tónica que han seguido durante décadas los juegos de rol, primero en papel y con su consiguiente derivado en el sector videojueguil. Seguro que os vienen a la cabeza muchas más maneras de sanar más allá de las pociones, similares a las que he citado como ejemplo. ¿Alguien quiere compartir con nosotros alguna experiencia de sanación como si de un hechizo curativo se tratara?


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