Code Name S.T.E.A.M. y lo feo
Que un juego sea feo es un coñazo. No hablo de malos gráficos, poca resolución e incluso de los tan famososo ahora downgrades que le restan calidad al conjunto, me refiero a la carencia de estilo visual o malas decisiones a nivel de arte. Hasta juegos malos a nivel gráfico a rabiar como Deadly Premonition salvan la papeleta por tener un arte interesante con un rollazo magistral a lo Twin Peaks. Pero así como una buen remate artístico arregla un petardo de apartado gráfico, unos pinceles grueso y feotes pueden desbaratar la experiencia.
Lo hablamos en el podcast de esta semana. Code Name S.T.EA.M. basa su campaña de promo en su ambientación Steam Punk, en sus personajes y en poder jugar con los personajes de Fire Emblem en nuestra 3DS. Si el título acentúa tanto estas cualidades ¿cómo se explica que sea tan feo, tan acartonado y con unos trazos tan innecesiaramente rotundos?
Sin embargo, esos no son sus valores fundamentales, sino ser un videojuego con una jugabilidad solvente basada en la estrategia. Este artículo no va de la mala comunicación que se gasta con algunos productos, para eso está este, pero sí de pedir más cuidado en algo fundamental en el videojuego como el apartado artístico. El trabajo de los grafistas en el diseño de personajes puede conseguir que un videojuego tan malo técnicamente como la serie Souls nos haya dejado maravillados entrega tras entrega, que Hotline Miami sea lo violento y desconcertante que quiere ser o que Locoroco o Patapon (ay, esperamos que algún día regreses, pata-pata-patapón) sean lo que son hoy en día. Todo eso lo logra saber tener un buen estilo artístico.
Los gráficos al final, en cuanto a potencia bruta, no dejan de ser un accesorio, algo que vale para poner el rabo sobre la mesa y enfrentar a los fans de PS4 o Xbox One o mostrar parajes enormes y super detallados; pero son como un truco de magia al que el descubres la triquiñuela al par de horas. Un apartado gráfico deslumbrante te sorprenderá en un primer momento, pero lo que tendrá cautivado y enamorado con un videojuego es el apartado artístico. Y es más, un buen diseño de personajes hasta consigue imprimirle personalidad a protagonistas que no dicen ni una sola palabra. El gran problema que tiene por ello Code Name S.T.E.A.M. es haber fallado en este apartado, uno que no podía fallar en un videojuego que pretende crear un universo propio con un argumento que de base no tiene nada especial; pero de haber tenido unos buenos pinceles por detrás, otro gallo cantaría.
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