Cobalt y el tiempo bala
Cobalt es el nuevo juego de Oxeye Game Studio y Mojang, los creadores de Minecraft. Fue un título desarrollado en un principio durante sus tiempos libres en la oficina, para poder jugar con él ellos mismos precisamente en esos ratos de descanso, tal y como me comentaron dos de sus desarrolladores en la pasada Gamescom. El proyecto fue creciendo hasta que se dieron cuenta de que tenían un producto muy interesante entre manos, y lo que en un principio iba a ser un simple brawler en 2D multijugador de disparos, se le añadieron muchos más contenidos hasta conformar la obra final, de la que podéis leer mi análisis por aquí mismo.
Lo que más destaca de Cobalt y lo que precisamente me ha hecho disfrutar más de sus partidas multijugador, es la utilización del tiempo bala. Este concepto lo hemos visto en multitud de películas (todos recordaremos la escena de Neo en Matrix) y también en otros videojuegos, como Max Payne, pero nunca lo había visto utilizado en un tipo de juego como este, cuya estética y planteamientos jugables son tan diferentes.
El tiempo bala en Cobalt se activa automáticamente en varios momentos de los enfrentamientos, lo que permite a los jugadores poder controlar a su robot de forma ralentizada. Es útil porque, generalmente, las partidas se vuelven algo caóticas entre tantos jugadores y tantos disparos a la vez. Por eso en este juego está tan bien implementado ya que puede salvarte la vida en más de una ocasión y puede generar jugadas espectaculares que te hagan levantarte de la silla. Y esto es un espectáculo si también jugamos con alguien al lado en la misma pantalla.
Una de las mecánicas diferenciadoras de Cobalt es la posibilidad de repeler con un rápido movimiento las balas enemigas, que rebotan y se vuelven contra los jugadores que las hayan disparado. Imaginad que estáis jugando y os metéis en una de las zonas controladas por el enemigo, con dos de ellos bien cubiertos que no dudan en dispararos en cuanto os ven, pero el tiempo bala se activa y eres capaz de evitar uno de los tiros rodando de forma épica, hacer que rebote otra de sus balas y acabar con ellos porque no les ha dado tiempo a saltar y evitar el golpe. Y todo ello con el tiempo ralentizado. Esos momentos son oro y el juego los sabe explotar muy bien.
Es una pena que más allá de eso el juego no sepa aportar mucho más, y que el tiempo bala tampoco esté demasiado bien utilizado en otros modos de juego. Pero queda claro que Cobalt provoca suficientes jugadas espectaculares gracias en gran parte al tiempo bala, que aquí vemos utilizado en un entorno algo distinto al que estábamos acostumbrados.
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