Cierra Rev3Games
Como dicen en Boyhood, siempre es ahora. Con un simple corte se pasa de una situación dramática a, años después, una reunión relajada. Por mucho tiempo que haya pasado, parece poco. Hace siete meses en Rev3Games celebraban haber superado la marca de los 1.000 vídeos. Ayer Tara Long y Nick Robinson anunciaron que el canal va a cerrar.
Para los no familiarizados, Rev3Games es un medio especializado que abrió en 2011 con la particularidad de que operaba casi exclusivamente en YouTube y que, hasta el pasado mes de abril, era hogar del reconocido periodista Adam Sessler, quien por desgracia dejó el periodismo de videojuegos al mismo tiempo que dejó la página. Tara y Nick, quienes eran ahora el rostro visible del medio, se han despedido con sendos vídeos sin llegar a explicar por qué ha ocurrido todo. Puede ser debido a un descenso en las visitas o a que el modelo financiero del canal, muy basado en el patrocinio de compañías externas a los videojuegos como Lootcrate o Audible, no funcionase como tenían previsto; en cualquier caso, como dice Tara: “Todo lo bueno llega a su fin”.
Tara y Nick dedican sus vídeos a dar las gracias a los fans y compañeros de trabajo que les han acompañado durante los años. “Esto es lo mejor que he hecho en mi carrera”, cuenta Nick, mientras que Tara se dirige al público: “A pesar de lo divertido que es y ha sido este trabajo, también ha sido muy desafiante, pero vosotros habéis hecho que merezca la pena”. Ninguno de los dos sabe qué viene a continuación, pero de momento Nick ha abierto un canal de YouTube. “No sé qué haré a continuación. Aún no lo he pensado. Todo lo que sé es que tendrá que ver con ese frikismo estúpido que tanto me gusta”, explica.
Ante este final, quiero dar las gracias a Rev3Games por todo lo que han hecho. Su estilo era una mezcla entre la simplicidad casera y el refinamiento académico: no solían tener grandes montajes ni despliegues de medios y muchas veces se veía al propio periodista hablar en persona a la cámara. En esa forma de afrontar los contenidos permitieron algo que muy pocas páginas consiguen, que es llamar la atención sobre el autor y permitir que las voces particulares cobrasen fuerza. Rev3Games no necesitaba esos montajes elaborados ni nada similar para ofrecer buen contenido: su forma de hablar y de ser ya era suficiente. Quizá en ocasiones quedaran pedantes y, sobre todo con Adam Sessler, era habitual que recurriesen al namedropping para realzar sus textos y casi forzar el valor de lo que decían. Y sí, yo también peco de namedropping y pedantería, pero eso es precisamente porque Rev3Games inspiraba. Al oírles hablar sobre videojuegos podía verse el amor que procesaban hacia el medio y cómo querían contribuir al progreso del lenguaje y el debate. Hacían mucho contenido editorial y los análisis dejaban que el crítico crease su propio espacio de referencias para explicar, en los términos que él considerase adecuados, por qué el juego era tan bueno.
“Ha sido un viaje increíble”, dice Nick Robinson al inicio de su vídeo y sí, lo ha sido. Rev3Games ha sabido ser informal sin perder respeto, ha sido un medio capaz de poner a Adam Sessler como víctima de un experimento del estilo Twitch Plays Pokémon al mismo tiempo que critica las prácticas de Metacritic o la industria. Tenía su propio lenguaje, su propio estilo. Quizá no fueran los mejores, pero su aportación tenía valor; podía aprenderse de lo que ellos decían. Pero todos han ido marchándose poco a poco. Max Scoville, Scott Bromley, Anthony Carboni… Como suele decirse, fue bonito mientras duró.
El vídeo de Tara cierra con una recopilación de fotografías al ritmo de una versión chiptune del Claro de Luna de Debussy; es enternecedor al mismo tiempo que inquietante el pensar que todo pueda caer con tanta facilidad, que la felicidad de un momento pueda desaparecer sin que nadie lo vea venir. Porque hace siete meses estaban celebrando los 1.000 vídeos y hoy han cerrado. Pero también han sido grandes momentos. Siempre es ahora y, en unos meses, esta será sólo una mala fase. “No voy a decir que esto sea un adiós para siempre porque todo es posible llegado este punto y estoy segura de que veréis nuestras caras en internet y la televisión y en las convenciones”, dice Tara. Eso espero.
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