Chris en Resident Evil 7, una innecesaria mirada al pasado
Contra todo pronóstico, Resident Evil 7 (o VII, si lo preferís) ha terminado siendo una grata sorpresa, tanto para la franquicia en sí como para el género al que representa. El que un día fue el timón que dirigía el rumbo del terror en los videojuegos ha sabido regresar asumiendo que, durante su ausencia, otros tomaron las riendas del mismo y lo evolucionaron con nuevos trucos, con otro lenguaje, y ha recogido esas buenas ideas incorporándolas a una séptima entrega troncal que también retoma elementos propios de los primeros ‘resi’.
Para muchos, RE7 funciona porque omite el declive de una serie que Capcom transformó en un shooter de acción en tercera persona. A partir de Resident Evil 4, el último de Shinji Mikami, se fue olvidando todo un legado que siempre había querido dar más importancia al control limitado, el entorno opresivo, la amenaza imparable, y se apostó por unos protagonistas convertidos en una suerte superhéroes inmortales, hipervitaminados, que ya no pasaban miedo. Ni ellos ni nosotros.
Desde su anuncio, la entrega de 2017 nos prometió un DLC gratuito protagonizado por Chris Redfield, uno de los personajes más importantes -sino el que más- de toda la serie, del que finalmente se ha publicado un primer gameplay. No sé a vosotros, pero lo visto me retrotrae al último tercio del juego, aquél en el que exhibe la faceta más shooter de una franquicia que cuanto menos lo es, mejor se vuelve. ‘Not a Hero’ es una vuelta a un pasado al que Resident Evil no sabe retroceder si no nos hace fuertes, poderosos, inmunes a cualquier amenaza.
Si el juego estrenado en enero funciona, también es debido a Ethan Winters. El novio de Mia se estremece, grita, sufre y nos hace partícipes de unas situaciones en las que ya no creo que Leon, Claire y el resto del elenco tradicional podrían llegar a estar. Ojalá me equivoque y en Japón se atrevan a bajarles del olimpo, pero me temo que esta expansión gratuita será poco más que un añadido que explore la vertiente FPS del juego. Dudo que vayamos a pasar miedo.
Como muchos de los que tengan el juego, le echaré un vistazo porque ya sabéis lo que dicen de los caballos regalados, pero me mantengo escéptico. Lo mejor de Resident Evil 7 fue volver a lo terrenal, reproducir unas cintas en las que no había final feliz y regresar a un terreno de juego en el que teníamos las de perder, pero Chris es un power-up que convierte cualquier terror potencial en un objetivo más sobre el que vaciar el cargador. Con él, la amenaza somos nosotros.
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