Charlando en Life is Strange: Before the Storm, Tacoma y Monkey Island
Adoro cuando se añade juego a las conversaciones que se traen dos personajes, me gusta que cuando se hace se sepa ir más allá del ‘elige la opción correcta’-‘elige la opción menos correcta… pero que te va a llevar al mismo sitio que escogiendo la otra’, pero desde 1990 y desde The Secret of Monkey Island no hemos visto una evolución de este concepto, es decir, que las peleas de insultos siguen siendo la manera más divertida y jugable de hablar jugando en un videojuego, ¿o no?
Recientemente, hemos recibido dos nuevos firmes candidatos a superar al trabajo de Lucas Arts en este campo, y son Tacoma y Life is Strange: Before the Storm. El primer, un gran trabajo de Fullbright, nos hace entrar en una nave, ponernos unas gafas de realidad aumentada y reproducir las conversaciones que allí se han mantenido. Lo divertido del asunto es bobinar y rebobinar las charlas, caminar por el espacio de juego para escuchar a hurtadillas lo que otros han dicho, colarnos en sus mails para matizar sus palabras y ordenar al final toda la información que hemos recibido.
Tacoma transforma un puñado de charlas en una colección de historias personales que se entrelazan bajo la voluntad del jugador, y hacerlo es realmente divertido.
Life is Strange: Before the Storm tenía un problemón con respecto al título original: sustituir lo que aportaba a la jugabilidad los poderes de Max para dar marcha atrás en el tiempo por otra cosa, ¿y a qué ha recurrido la desarrolladora? Pues a fijarse precisamente en esas peleas de insultos. Antes de hablar con alguien del que queremos algo tenemos que explorar el entorno, recoger pistas sobre él y luego iniciar una charla a golpe de insultos usándolas. Primero nuestro interlocutor, luego Chloe y vuelta a empezar hasta que uno de los dos gane.
A efectos prácticos, estas discusiones son exactamente iguales que los combates de insultos de The Secret of Monkey Island, solo que en el juego de Deck Nine se nos hace examinar los distintos elementos del entorno en lugar de aprender improperios de los labios de otros piratas, lo que en Life is Strange: Before the Storm es clave porque hemos de hacerlo para comprender el grueso de la historia.
Firmo este artículo precisamente para celebrar que a las buenas sensaciones que me dio el juego de Guybrush y sus charlas lúdicas se le sumen ahora estos dos. Tacoma propone su propia serie de dinámicas de juego mientras que Life is Strange: Before the Storm recoge el testigo de aquel para hacerlo avanzar, también a su manera pero sin monos de tres cabezas.
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