Celebramos el Día de los Inocentes con Super Mario y Nintendo Switch
Hoy, 28 de diciembre, es la celebración del Día de los Santos Inocentes, una fecha que muchos identifican con Juan y Medio y Paz Padilla pero que en realidad conmemora la masacre infantil del rey Herodes I El Grande en Judea. Poco o nada tiene que ver la historia con colgarle un monigote a alguien y hacerle una trastada llamándole inocente cuando queremos decir pringao. Siendo sinceros, tampoco tiene que ver con este texto que buscaba un hueco para ser publicado y para el que he optado por elegir este día por la connotación infantil de la fecha.
Y es que sí, Nintendo ya hace mucho que demostró que no se ajusta al sambenito de 'consola para niños', pero es de ley que con la SEGA consolera y los ordenadores de los 80 muertos en el pasado, Nintendo es la única firma que sirve para que muchos, los más viejos, recordemos nuestros inicios en los videojuegos. Una firma que estuvo de capa caída y que ahora, gracias a Nintendo Switch, vuelve a estar en la brecha.
La Inocencia de la Infancia
Todavía recuerdo el día en que fui a recoger mi Nintendo Switch al GAME. Me levanté con una ilusión que hacía años no sentía. Fui al centro a comprar comida rica y algo rápido de cocinar, con la niña y mi pareja en casa, y luego hice cola entre un montón de criajos con abundancia de género femenino sintiéndome -y siendo- el viejo cascarrabias del lugar. El pack completo: consola, amiibo de Link, Zelda Breath of the Wild y los regalitos en forma de taza, camiseta, póster y bolsita. Una sonrisa de oreja a oreja mientras volvía a casa conduciendo como si llevara una bomba nuclear en la guantera, con cuidadito, no se fuera a dañar la máquina...
Las conclusiones las escribía al poco en este enlace, cuando estaba de moda decir que la consola se rompía y era mala y estaba estropeada. Yo no noté nada de eso, sólo expectación, nerviosismo y un poco de miedo por cuál sería el futuro de mi nueva consola Nintendo. Una de mis firmas favoritas de pequeño y de la que el tiempo y las dos versiones de una Wii que ni fu ni fa y una WiiU que nunca tuve, me habían alejado.
Felicidades Nintendo
Hoy, siete meses y medio tras su lanzamiento, Nintendo Switch se ha demostrado como un auténtico consolón. Una consola que, de primeras, ha resultado no tener esos problemas de rayaduras, bloqueos y recalentamiento, y ha aguantado como una campeona uno de los más calurosos veranos de Ciudad Real en los últimos años. Un verano en el que mi PS4 se recalentó y tuve que enviarla a Sony. Una consola que ha traído tres de mis GotYs de 2017, y que añade, sin despeinarse, juegos enormes de cosecha propia como Mario y Zelda, títulos potentísimos como Xenoblade Chronicles 2 y ports que nunca soñamos como Skyrim, Wolfenstein II y Doom.
Nintendo Switch lo ha conseguido. Ha recuperado toda la fama de una Nintendo que dormía, y lo ha hecho de forma más que merecida con una consola que, visto hasta donde está llegando, ya no puede ser acusada de segundona, falta de potencia y 'para niños'. Ningún día como hoy, el Día de los Santos Inocentes, para reconocerle a Nintendo ete logro, para felicitarla por su éxito y para darle las gracias por devolvernos a lo más veteranos una parte de la infancia, de nuestra inocencia, que ya creíamos perdida.
¡Nos leemos!
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