Cannon Fodder 3 llega a Steam
Cannon Fodder 3 acaba de asomar su palmito por el siempre reluciente catálogo de Steam a un precio de 18,99 euros, que se quedarán en 16,14 si lo compramos antes del 13 de agosto. El juego ha sido programado por el estudio ruso Burut (responsable de títulos como Kreed o Uber Soldier), que a través de la editora Game Factory ha conseguido trabajar con la licencia de la IP que hasta ahora alberga en su poder Codemasters.
A la vista del trailer se puede observar cómo se mantiene la metodología lúdica de los anteriores juegos de la serie, aunando de manera inteligente lo más rabioso de los arcade de acción con la más sencilla de las estrategias. En este sentido, Cannon Fodder recuerda sobremanera a conceptos posteriormente instaurados como el de los Diablo de Blizzard o el mismísimo Commandos de Pyro Studios… pero fue el juego de Sensible Software el que dio luz verde al invento: señalar y matar, como aquel que dice.
¿Hemos dicho Sensible Software? Pues sí, ya que ellos -hoy desaparecidos- fueron los creadores de el genial Cannon Fodder allá por 1993, haciendo primer aparición para los ordenadores Amiga y, posteriormente, siendo convertido a Atari ST, PC, Megadrive, Super Nintendo, Jaguar y hasta teléfonos móviles. No en vano, Cannon Fodder era un ejercicio de diversión pura y dura que sorprendió a propios y extraños, máxime cuando inauguraba un extraño popurrí de géneros que, como dijeron algunos por aquellos entonces, hizo que la estrategia en tiempo real fuera divertida.
El juego en sí era bastante sencillo, pero a la vez sumamente complejo en cuanto a su diseño. Controlábamos a tres soldados que se movían al unísono, respondiendo directamente a nuestras órdenes con el ratón. Señalábamos un punto y ellos se dirigían allí, mientras que con el otro pulsador del mouse dispararían allá donde apuntáramos. En realidad, pese a su aspecto de RTS, Cannon Fodder era un arcade de pura cepa, solo que el intrincado diseño de niveles lo templaba lo suficiente como para hacernos pensar la mejor manera de resolver la situación.
Lo curioso del programa de Sensible Software es que, más allá de sus detallistas y simpatiquísimos gráficos o su inconmensurable banda sonora (el “war! never been so much fun” es a todas luces mítico), construía una cruda crítica a lo que significaba la guerra en sí. La pantalla de reclutamiento, con una fila de soldados esperando su turno rodeados de las tumbas de sus compañeros muertos, era clave en el sentido de llegarnos al corazón, mientras una brutal partitura del desaparecido Richard Joseph nos ponía los pelos de punta. Genial.
Cannon Fodder tuvo una segunda entrega también por parte de Sensible, tan solo un año después de que el título original arrasara en ventas. Se mantenían todas y cada una de las premisas jugables del primer título, solo que ahora teníamos misiones que llevarían a nuestros hombres incluso al espacio exterior… una locura y, a la vez, una auténtica maravilla. Es por ello que, después de un par de auténticas maravillas del software de entretenimiento, esperamos que Burut haya sido cuanto menos respetuosa con el buen hacer de Sensible Software. Una vez dada la noticia, no creo que el que esto suscribe tarde mucho en comprarlo…
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